Juaco López defiende el "patrimonio enraizado en las personas" al recibir su "Asturiano del mes"

"El crecimiento de las donaciones que recibe el Muséu del Pueblu d’Asturies refleja su reconocimiento social", afirma el director del centro cultural gijonés

El Muséu del Pueblu d’Asturies, "Asturiano del mes" por su defensa del patrimonio colectivo

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Fernando Rodríguez

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Juaco López, director del Muséu del Pueblu d’Asturies, recibió ayer con una emoción especial la escultura que simboliza el premio "Asturiano del mes" que LA NUEVA ESPAÑA ha entregado a la institución museística que dirige este historiador cangués desde hace treinta años. López reveló el extraordinario aprecio que sentía por el artista José Manuel Legazpi, autor de esa obra fundida en bronce, reinterpretación de una estela conmemorativa. Contó López que, además de sentir admiración por este dibujante, pintor y escultor fallecido en 2019, "que trabajaba bien tanto la madera como el hierro", ambos eran vecinos en San Esteban de las Dorigas, el pueblo donde López compró casa por recomendación del artista. "Pepe era excepcional".

Juaco López acudió a la entrega del "Asturiano del mes" correspondiente al mes de abril, en la redacción de LA NUEVA ESPAÑA en Oviedo, acompañado de cuatro personas más. Cada una tenía una significación especial. Por una parte, asistieron la concejala de Cultura, Juventud y Museos de Gijón, Montse López Moro, junto al director de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón, Aitor Martínez Valdajos. Ambos representaban el apoyo económico continuado que el consistorio gijonés ha dado en las últimas tres décadas a un museo con vocación de proyección regional pese a que apenas recibe aportaciones del Principado. Además, acudió Bárbara Pantiga, una de las responsables de la catalogación de la colección y la más joven entre las cerca de 25 personas empleadas en esta institución cultural. Finalmente, en representación de los colaboradores expertos con los que cuenta el Muséu del Pueblu d’Asturies estuvo presente Adolfo García, profesor jubilado de la UNED y la gran referencia de la antropología en Asturias, especialmente en todo lo que atañe al medio rural.

Francisco García, subdirector de LA NUEVA ESPAÑA, entrega a Juaco López la caricatura firmada por Pablo García, el dibujante del periódico. Detrás, el antropólogo Adolfo García. | Fernando Rodríguez

Francisco García, subdirector de LA NUEVA ESPAÑA, entrega a Juaco López la caricatura firmada por Pablo García, el dibujante del periódico. Detrás, el antropólogo Adolfo García. | Fernando Rodríguez / E. Lagar

El director de LA NUEVA ESPAÑA, Gonzalo Martínez Peón, hizo entrega a Juaco López de la estela de Legazpi y de los otros atributos del premio, una primera página del periódico conmemorativa del acto y una caricatura del director del Muséu firmada por Pablo García, dibujante de este diario. Martínez Peón, además de glosar los méritos de Juaco López y la labor del centro museístico, incidió en que un repaso a la lista de los galardonados con el "Asturiano del mes", es una de las mejores maneras de constatar las numerosas iniciativas llenas de valor para la sociedad que, mes a mes, se hacen realidad en Asturias.

Por su parte, Juaco López, además de agradecer la concesión del galardón a la institución que dirige, detalló las claves fundamentales de su gestión al frente del Muséu. Así, insistió en la necesidad de adquirir y conservar elementos patrimoniales pero también de difundirlos a través de exposiciones, de los medios de comunicación o de su digitalización. Todo ello para conectar con la ciudadanía. En ese sentido, se mostró satisfecho de haber conseguido "que la sociedad asturiana se sienta identificada con el Muséu". "En los últimos años se ha incrementado el número de donaciones y eso parece que tiene que ver con un reconocimiento entre la sociedad del que no muchos museos pueden presumir", comentó.

Juaco López abogó por ampliar nuestro concepto de patrimonio cultural. "Hay que considerarlo como algo que abarca todos los ámbitos de la vida, desde los zapatos o los sombreros, hasta las pinturas, las esculturas, los grabados o los tapones de las botellas de sidra. Todo eso es lo que forma la cultura de un pueblo. Lamentablemente, ya desde la academia, hay una tendencia a compartimentarlo. Por una parte patrimonio prehistórico, por otra arqueológico, etnográfico, artístico, religioso, fotográfico... Y eso es muy dañino, porque hay patrimonios que tienen mucho prestigio, como el de las bellas artes o el arqueológico, pero hay otros patrimonios mucho más modestos que están mucho más enraizados en las personas, que pasan totalmente inadvertidos y muchas veces es lo que menos conservamos".