Me quedo en el pueblo

Silvia Salvador Kopp dejó Berlín para "recomenzar" en Asturias porque el arte no sabe de distancias

La elección no fue una casualidad y Villaviciosa fue el lugar elegido tanto porque les gustaba La Villa en sí como porque está muy cerca de Gijón

Silvia Salvador Kopp posa con algunas de las acuarelas de sus alumnos en el Ateneo Obrero de Villaviciosa.

Silvia Salvador Kopp posa con algunas de las acuarelas de sus alumnos en el Ateneo Obrero de Villaviciosa.

La palentina Silvia Salvador Kopp y su marido, Owen McCaan, padres de Luna y Alana, dejaron atrás Berlín, donde la primera había vivido 21 años y su marido 10, para iniciar una nueva vida en España y, más concretamente, en el norte. No fue una decisión rápida, explica ella. "El proceso de dejar Berlín y venir a vivir aquí no fue algo que se hiera de un día para otro. A nosotros nos llevó tres años tomar la decisión, porque era un cambio de vida muy grande. Hay que adaptarse cuando se deja una gran ciudad como esa, con una vida cultural intensa que yo llegué a conocer con los últimos resquicios del Berlín ‘underground’ de los noventa, para vivir en una zona rural, en este caso de Asturias, pero teníamos ganas de volver a España, sobre todo mi marido que ya había vivido aquí. Vivimos en Villaviciosa, pero adquirimos también un casina en Anayo, en Piloña, donde también tenemos una huerta y a donde nos escapamos los fines de semana", afirma esta diseñadora, de madre alemana y bilingüe, que estudió Bellas Artes en Salamanca.

La elección de Asturias no fue una casualidad, y Villaviciosa fue el lugar elegido tanto porque les gustaba La Villa en sí como porque está muy cerca de Gijón. "Para nosotros el cambio ha sido fuerte, por eso necesitábamos tener cerca una ciudad a la que ir, sobre todo por nuestras inquietudes culturales. Gijón nos sorprendió muy positivamente y está aquí a un paso. En el tiempo que llevamos aquí, desde 2021, nos dimos cuenta que seguimos teniendo esa parte cosmopolita a la que tampoco queremos renunciar. No somos el prototipo del que deja la ciudad y no quiere saber ya nada de ella. Nosotros seguimos teniendo esa necesidad de ella", explica esta diseñadora que, en la distancia, sigue dedicada a la realización de bisutería que firma con el nombre Potipoti Accessories, trabajos que sigue vendiendo en Berlín, donde viaja al menos dos veces al año, así como en dos tiendas de Gijón y en Villaviciosa. También vende sus trabajos de bisutería a través de su página web y en redes sociales.

"Al principio y junto con la bisutería, tenía la marca Potipoti Shop con otro socio, del que me separé después de seis años, y con nuestros diseños llegamos a desfilar en Cibeles. Yo vengo del diseño gráfico y diseñaba los estampados y también hacía punto. Al final me quedé con la creación de bisutería, que sigo realizando aquí, en Villaviciosa. Me gusta mucho la geometría y hago una bisutería muy contemporánea y colorista para un cliente que busca algo diferente".

Persona inquieta, creativa y amante del arte, tardó poco tiempo en desarrollar actividades relacionadas con su profesión en La Villa y así, el año pasado y en el Ateneo, estuvo impartiendo los lunes y en inglés un taller de arte para niños, con éxito de participación. "Me propusieron unas extraescolares en Colunga y las di todo el curso. Entonces se me ocurrió hacer este campamento de arte para niños en verano en el Ateneo, y se ha llenado. Es más bien un ‘workshop’ de arte", explica ella quien, esta semana, está impartiendo a niños entre 5 a 11 años, clases con, entre otros temas, una introducción a la acuarela, "además de hacer collages, retratos y estampación incluso con texturas de hojas. Los niños disfrutan mucho y yo también, claro", añade.

Tras estos campamentos su idea es mover esta actividad que dirige en otros centros y escuelas en Asturias a quien que les puedan interesar su talleres de arte. Además, el año que viene espera "realizar algunos de estos campamentos en Anayo, integrando el paisaje y la huerta en los cuadros de los niños o haciendo tintes naturales con plantas, por ejemplo", señala.

Ella cree que se puede vivir y trabajar en el medio rural. En este sentido afirma: "El covid nos cambió un poco la dinámica a todos. Hoy, con buena conexión, puedes teletrabajar desde donde quieras".

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