Caos en un vuelo de Volotea para regresar a Asturias desde Venecia: "Nos dejan tirados sin explicaciones"

La compañía canceló un viaje del jueves y tuvo que reubicar a los viajeros en hoteles de la ciudad italiana

Pasajeros en un vuelo de Volotea

Pasajeros en un vuelo de Volotea

Desesperación e indignación entre los cientos de viajeros que deberían haberse subido a un vuelo directo desde Venecia hasta Asturias en la noche de este jueves y que finalmente tuvieron que "buscarse la vida" para poder regresar de las vacaciones en la mayoría de los casos.

La compañía Volotea, responsable del vuelo, canceló el viaje sobre la bocina, con el pasaje a bordo, y dejó tirados a los viajeros, incrédulos por lo sucedido y enfadados por "la falta de explicaciones". La mayoría de los afectados, más de 150, regresaban a Asturias después de unos días de descanso y ayer todavía estaban en Italia intentando subirse a un avión con destino Madrid para luego seguir el viaje a la región. Entre los afectados había un grupo de alumnos que habían estado de viaje de estudios en Italia. "Es una vergüenza lo que nos han hecho", se quejaba ayer Mariola Fueyo, una de las afectadas, que viajó junto a sus hijos y unos amigos. "Nosotros somos dos familias y las dos tiradas sin saber qué hacer".

La odisea fue de aúpa. El vuelo desde Venecia debería haber salido a las 22.15 del jueves y los pasajeros se subieron con bastante retraso a la aeronave. Todo parecía ir bien, pero el desasosiego comenzó al ver que el avión no arrancaba, estando todo el pasaje a bordo. "Estuvo parado más de dos horas y nadie nos daba explicaciones. Nos daban largas. Pasado mucho tiempo nos dijeron que el vuelo no tendría lugar y que nos reubicarían en hoteles", asegura una de las afectadas.

La explicación oficial que dio Volotea es que la tripulación llevaba más horas de vuelo de la cuenta y que, por lo tanto, no podían afrontar ese viaje, aunque no concretó el motivo de embarcar igualmente a los viajeros. La compañía trasladó que pagaría una noche de hotel a los afectados, pero los problemas no acabaron ahí, puesto que los pasajeros también tuvieron problemas para que los trasladasen del aeropuerto a los hoteles. Apareció un autobús, insuficiente para todos, y muchos pagaron taxis de su bolsillo. Además, ni siquiera pudieron cenar, puesto que las tiendas del aeropuerto estaban cerradas a esa hora. Volotea se comprometió a devolverles el dinero por el viaje que no tuvo lugar, pero para redondear la desesperación no ofreció solución más allá del hotel. Es decir: no hubo acomodo a los afectados en otros vuelos a Asturias y cada viajero tuvo que comprar por su cuenta unos nuevos billetes para regresar. La mayoría de ellos optaron por viajar a Madrid y desde ahí ir hacia Asturias. "El billete nos había costado 300 euros por persona y a Madrid ya nos sale a 800", explicaba ayer una de las viajeras, que se disponía a embarcar en un vuelo a la capital.