Entrevista | Guillermo Mera Estudiante becado por la Fundación La Caixa

"Lo ideal en mi carrera sería poder regresar a Asturias, y no es descabellado"

"Cursar mis estudios en el Reino Unido sin estar becado habría sido imposible: solo la matrícula supera las 35.000 libras"

Guillermo  Mera.

Guillermo Mera. / LNE

Guillermo Mera (Oviedo, 2000) es uno de los tres estudiantes asturianos que recibieron una beca de la Fundación La Caixa para cursar posgrados en el extranjero. Este ovetense, graduado en Física y Matemáticas en la Universidad de Oviedo, cursa actualmente un máster de Física Teórica en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), donde se especializará en Estadística. Previamente ya trotó por Europa y enriqueció su currículum formativo en la Universidad Goethe de Fráncfort del Meno, en la de Hamburgo (Alemania), en la de Utrecht (Países Bajos) y en el Instituto de Vietnam de Estudios Avanzados de Matemáticas. Entre sus objetivos esta profundizar en el campo de la investigación de la física.

–¿Cómo valora haber sido galardonado con la beca?

–Haber recibido la beca es un orgullo, un gran impulso a mi carrera académica y un motivo para seguir esforzándome cada día. No solo me ha abierto las puertas de un programa de posgrado en una de las mejores universidades del mundo, que me habría sido muy difícil costear de otro modo, sino que también supone un reconocimiento público al esfuerzo de muchos años. Entrar a formar parte de una comunidad de becarios como la de la Fundación La Caixa es un auténtico privilegio para mí.

–¿Qué supondrá para su formación y carrera?

–La beca me ha permitido estudiar un máster en física teórica en la Universidad de Cambridge. Este máster forma parte del llamado "Part III of the Mathematical Tripos", un programa intensivo de matemáticas que es conocido internacionalmente por su historia centenaria y por su dificultad. El "Part III" atrae a algunos de los mejores estudiantes de matemáticas de todo el mundo, que vienen a Cambridge a formarse durante 9 meses antes de proseguir con su carrera académica o profesional. Poder cursar este programa habría sido prácticamente imposible sin la ayuda de la Fundación La Caixa: solo las tasas de matrícula superan las 35.000 libras, y a eso habría que añadir el coste de vivir un año en el Reino Unido.

–¿Qué le ha aportado su formación en los diferentes centros en los que ha estudiado?

–La base de mi formación es el doble grado en Física y Matemáticas de la Universidad de Oviedo. La Facultad de Ciencias de Oviedo tiene un gran potencial, pienso que tanto la Universidad como el Principado deberían apostar fuerte por ella. En mi segundo año de grado recibí una beca de excelencia de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, gracias a la cual pude completar esta formación con cursos y estancias tanto en otras ciudades de España (Madrid) como en el extranjero (Oxford, Hamburgo, Utrecht, Hanói). Mi objetivo con este programa extra académico era doble: primero, acumular experiencia en el extranjero; segundo, orientar los siguientes pasos de mi carrera académica. Finalmente, mi año en Cambridge ha sido un año de especialización, de dar el salto de los cursos generales que hice en el grado a temas avanzados de investigación y de establecer contactos científicos con personas con intereses similares a los míos.

–¿Qué objetivos se plantea en el futuro?

–En septiembre empiezo un doctorado en el Instituto de Física Teórica de la Universidad de Lovaina (Bélgica). Durante el tiempo que esté allí, que serán cuatro o cinco años, espero continuar especializándome y hacer la transición de estudiante a investigador; es decir, empezar a publicar en revistas científicas, a presentar mi trabajo en congresos, etc. Después de eso el objetivo es continuar acumulando experiencia como investigador hasta conseguir una plaza de profesor en alguna universidad, que en física teórica es tarea difícil por la escasa financiación que se destina al campo. Además, me gustaría que mi labor científica ayudase, por un lado, a tender puentes entre la física y las matemáticas y, por otro, a promover la física teórica en Asturias.

–¿En qué te gustaría centrarte?

–Los físicos teóricos nos ocupamos de construir y analizar modelos matemáticos de la realidad física. Uno de los problemas abiertos de la física teórica actual, y en el que se centra mi doctorado, es encontrar una descripción de la gravedad compatible con los principios de la mecánica cuántica; esto es, una "teoría de gravedad cuántica". Disponer de una teoría de este tipo sería crucial para entender, por ejemplo, el funcionamiento de un agujero negro o la evolución de nuestro Universo en sus primeros instantes de vida. La teoría de gravedad cuántica más completa de la que disponemos hasta la fecha es la teoría de cuerdas. El objetivo de mi doctorado es intentar contribuir al estudio y desarrollo de teorías de gravedad cuántica, con énfasis en la citada teoría de cuerdas. También estoy interesado en la investigación en teoría cuántica de campos y en la interacción entre física teórica y matemáticas.

–¿Dónde le gustaría desarrollar su carrera?

–Una de las cosas que siempre me han atraído de la carrera científica es tener la posibilidad de viajar: asistir a conferencias, hacer estancias en otros centros de investigación… Me gustaría exprimir esa posibilidad al máximo durante las etapas doctoral y posdoctoral. Después lo ideal sería poder regresar a Asturias. La Universidad de Oviedo tiene un grupo de física teórica muy potente, así que no es descabellado.

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