Cabueñes revisa protocolos para evitar fallos como la cirugía de mama innecesaria

Los responsables del Hospital de Cabueñes (Gijón) no quieren más fallos como el que provocó que una mujer de 40 años fuera operada de un pecho cuando en realidad no sufría una enfermedad cancerosa. Para ello, están "revisando la calidad de la atención prestada para que, en el caso de que se hubiera cometido algún error subsanable, no se repita nunca más", según comunicaron ayer a este periódico fuentes del centro sanitario.

Este pronunciamiento tiene como telón de fondo sendas informaciones publicadas por LA NUEVA ESPAÑA el domingo y el lunes según las cuales la Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a la compañía Seguros Bilbao, S. A. –aseguradora del Servicio de Salud del Principado (Sespa)– a indemnizar a la paciente objeto del fallo con 106.682 euros y a abonar las costas de la primera instancia del proceso judicial. No ha sido un episodio totalmente aislado. Se da la circunstancia de que hay otro caso muy parecido, en otra paciente de similar edad, también tratada en la Unidad de Mama de Cabueñes, que está pendiente de juicio.

Operan por error una mama a una mujer de 40 años al etiquetar mal la muestra en el Hospital de Cabueñes

Tal y como indicó este periódico, en octubre de 2021 la Unidad de Mama de Cabueñes practicó a una paciente una intervención que era innecesaria. La decisión se sustentó en una biopsia que era de otra persona. En realidad, la paciente no tenía cáncer, sino un fibroadenoma (lesión no cancerosa).

A la hora de etiquetar

Según el personal conocedor de los detalles de la cirugía, "no se llegó a extirpar la mama, sino un nódulo y el ganglio centinela". Estos mismos trabajadores sostienen que el error no fue de los cirujanos que practicaron la intervención, sino que se produjo "a la hora de etiquetar la muestra biopsiada en la sala de radiología".

La sentencia de la Audiencia Provincial especifica que, como consecuencia de la intervención, la mujer "presenta una reducción sensible del volumen de la mama derecha y tres cicatrices, dos de ellas queloideas, de las cuales la de axila provoca dolor en determinados grados del movimiento de la extremidad superior".

Los responsables del centro gijonés no ahondan en la atribución de culpas. Señalan, de entrada, que "el Hospital de Cabueñes comprende la situación de la paciente, empatiza con ella y acata la decisión judicial". Y declinan realizar comentarios sobre el contenido de la información publicada "por respeto a la confidencialidad de los datos clínicos de la paciente".

Acto seguido, el comunicado público subraya que "la Unidad de Mama del Hospital Universitario de Cabueñes realiza una actividad asistencial ejemplar y de alta calidad y cuenta con profesionales excelentes, siendo la primera unidad multidisciplinar de patología mamaria constituida en el Servicio de Salud del Principado de Asturias".

Los responsables hospitalarios hacen hincapié en que Cabueñes "cuenta con una consulta de alta resolución de cáncer de mama y, debido a su calidad y buenos resultados asistenciales, fue designada en 2023 para pilotar la consulta virtual colaborativa de sospecha de cáncer de mama".

El momento crucial de este error médico se remonta a agosto de 2021, cuando a la paciente se le extrajo una muestra biológica que fue incorrectamente etiquetada. Este fallo, señala la sentencia, provocó "que se le diagnosticara equivocadamente un carcinoma ductal maligno cuando su patología era de índole benigna". En octubre de 2021 se sometió a la mujer a una intervención quirúrgica. Sin embargo, el análisis anotomopatológico del material extirpado –prosigue la sentencia– reveló "un simple fibroadenoma de mama, esto es, una mama no neoplásica, ganglio centinela de axila derecha sin evidencia de malignidad, con restos de tejido adiposo sin datos de interés patológico".

Otras fuentes consultadas por este periódico afirman que los profesionales sanitarios que trataron a la mujer no tuvieron a bien reconocer su error inicialmente. Fue ella misma la que lo desenmascaró a raíz de que le dijeran que la intervención había salido bien y de la extrañeza que le produjo el que ya no precisara radioterapia o quimioterapia, cuando antes de operarse le habían dicho lo contrario. Ante estas reticencias, solicitó un estudio en el Laboratorio de Oncología Molecular del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que certificó el error cometido.

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