Entrevista | Ana Fernández Doctoranda becada por la Fundación La Caixa

"Las obras literarias dicen mucho sobre la relación de la gente con la ley y el orden"

"Mi plan predilecto es dedicarme a la vida académica, pero no me cierro las puertas a nada; nunca sabes adónde te llevará la vida"

Ana Fernández.

Ana Fernández. / LNE

Ana Fernández (Oviedo, 2000) recibió recientemente una beca de la Fundación La Caixa para estudiar un posgrado en el extranjero. Actualmente, cursa un doctorado en Estudios Españoles y Portugueses en la Universidad de Yale (Estados Unidos) cuya tesis se centra en la intersección entre el derecho y la literatura en la Península Ibérica desde la Edad Moderna.

–¿Qué supone la beca para su formación?

–La beca es un apoyo increíble para el doctorado. Me permite tener dos años de financiación para poder trabajar en ello. Además, también implica recibir apoyo desde España, algo que siempre es bueno para el proceso de ambición. Por otro lado, es un orgullo muy grande haber sido una de los tres estudiantes asturianos seleccionados. Pese a ser medio madrileña, me crié en Asturias y mi abuelo y mi tío son profesores de la Universidad de Oviedo. He convivido mucho con el mundo universitario y ha sido un apoyo conocerlo desde casa.

–Está en plena tesis que mezcla la literatura y el derecho en diferentes épocas. ¿Cómo se aúna dos mundos aparentemente alejados?

–La intersección entre derecho y literatura tiene una vertiente que es aprender a leer textos legales como si fueran literarios mediante el uso de herramientas discursivas o literarias para acceder a textos legales antiguos. Por otro lado, tiene otra vertiente, que es la que a mí me interesa más, que es pensar en qué nos dicen sobre la cultura legal que había en el momento aquellos textos literarios que fueron populares en aquel momento. Es decir, si leo un libro que tiene un juicio, qué visión positiva o negativa me da sobre ello. Conocer cuál era la concepción que tenía la gente sobre la autoridad y cómo convivían con la ley. Las obras literarias nos dicen mucho sobre cómo vive la gente, lo que nos dice sobre las formas de relacionarnos con la ley y el orden.

–¿Qué interpretaciones pudiste sacar durante tu estudio?

–Depende mucho de la época. En la era medieval tenemos una visión muy religiosa de la ley. Tengo un profesor que habla sobre las diferentes formas en las que el juicio final y su idea se reflejaban en los juicios de esa época. La Inquisición, por ejemplo, es una de las visiones que había de la ley y que se fueron perdiendo según entraba el siglo XIX. Por delante, depende de en qué nos fijemos. Actualmente, estoy centrada en Latinoamérica y me he centrado en una película, "Argentina 1985", sobre los juicios a Videla. Depende de la época, porque la ley es un tema ideológico, por lo que depende de la versión que quiera darle el autor.

–Previamente, se formó en la Universidad de la Sorbona de París ¿Ha podido documentarse sobre ello en los textos de país?

–Estuve un año y uno de los proyectos estaba centrado en la edición y sobre cuándo se comenzaron a popularizar en masa las obras. Es un tema que me interesa mucho porque quiero ver el impacto y la visión que ofrecían a la población. El momento en el que las imprentas y la industrialización del libro permitieron que llegasen a mucha más gente es importante para mí estudio. Precisamente allí, en Francia, hice un estudio sobre Eugene Deboise, quien fue a juicio, por algunas de las publicaciones de los libros en periódicos, parecido a "La Regenta", que se publicó en capítulos. Le llevaron a juicio por razones ideológicas, fue un juicio público y era interesante conocer qué se hacía en la Francia postrevolucionaria, en plena era de tensiones, con escritores que fueron públicos y qué se hacía con los que tuvieron repercusiones en el plano legal.

–¿Qué camino pretende seguir para el futuro?

–Mi plan predilecto es dedicarme a la vida académica. Es lo que he querido desde hace años, pero también es verdad que no me cierro a otras opciones. Me gusta mucho el ámbito de la representación cultural. Aunque la primera vía es tratar de conseguir trabajo en diferentes universidades una vez termine el doctorado, aún no sabría decir qué pasará en el futuro. Me encantaría poder conocer diferentes culturas. Nunca sabes adónde te llevará la vida ni dónde acabarás. Me hace gracia porque muchas personas dan por hecho que me quedaré ya en Estados Unidos. Si la oportunidad es buena, por supuesto, pero siempre he querido cambiar, conocer sitios nuevos. Mi plan ideal, ahora mismo, sería buscar universidades en Europa. Todo depende de cómo se den las circunstancias y cómo se presenten las oportunidades.

–¿Cómo afronta los próximos meses?

–Estoy trabajando en una publicación sobre bulos literarios en internet y cómo se difunden. Hablamos de, por ejemplo, inventarnos un texto que parezca del Quijote metiéndole contenido político para difundir por internet. Aprovecho la estancia en España para consultar información sobre el tema y tener más acceso sobre ello. Es muy difícil saber cómo de extendidos están. Trabajamos a través de una plataforma de "fact-checking" internacionales, pero que funcionan sólo cuando tienen cierta relevancia. Tenemos filtros y sesgos para los textos que están muy difundidos. Nuestra estimación es que existen muchos más de los que tenemos catalogados como negativos, porque tiene que haber muchos que no logren tal relevancia como para desmentirlos.

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