Entrevista | Eduardo Pérez Presidente de la patronal cárnica asturiana Asincar

"Habrá una subida de precios en los productos cárnicos en un futuro cercano"

"El absentismo, la reducción de la jornada laboral y la aplicación de la ley de Bienestar Animal elevarán notablemente nuestros costes"

EDUARDO PÉREZ

EDUARDO PÉREZ / Juan Plaza

Eduardo Pérez (Villamayor, 1982) asumió la presidencia de la Asociación de Investigación de Industrias de la Carne del Principado de Asturias (Asincar) hace aproximadamente un año y medio. Además, es gerente de la empresa asturiana Embutidos Jesús Pérez Mayor (Embutidos JP, con base en Villamayor) que dio sus primeros pasos como una pequeña carnicería en el concejo de Piloña.

–¿Qué es Asincar?

–Es una asociación patronal de la industria cárnica asturiana. Ha ido evolucionando hacia el montaje de un laboratorio para dar servicio a los asociados, hacia la creación de clúster agroalimentario y como centro tecnológico. Son las tres patas de Asincar.

–¿Qué funciones desempeña la asociación?

–Actúa en defensa de los intereses del sector. También funciona como servicio de laboratorio para el análisis y desarrollo de productos y como plataforma de colaboración con las empresas para proyectos de innovación. Ahora mismo somos 82 empresas cárnicas asociadas.

–Una cuestión laboral de actualidad: ¿reducción horaria sí o no?

–Hay varios aspectos o condicionantes a tener en cuenta a la hora de implementar esa ley que va a afectar a todas las empresas y entre ellas al sector cárnico, sin duda. Por una parte, la cuantía o intensidad de la reducción de jornada que se acuerde, que todavía se está negociando, afectará indudablemente a los costes de la empresa, en nuestro caso de las empresas cárnicas asturianas, y va a encarecer los productos. Las empresas, o yo por lo menos, no entramos a valorar si está bien, mal o regular, simplemente queremos que el público sea consciente de que nos enfrentamos a varios condicionantes que aumentan los costes de producción de nuestros productos y que van a ser determinantes para la subida de los precios, porque la va a haber en un futuro cercano.

–¿Cuáles son esos condicionantes?

–Por una parte, como he dicho, la reducción de la jornada laboral. A ello se suma el absentismo laboral, que está aumentando bastante. Especialmente durante estos últimos años, después de la pandemia. También está la ley de Bienestar Animal, que va a afectar de muchas maneras y que influye directamente en la materia prima con la que fabricamos nuestros productos. Por ejemplo, en el tema del cerdo se propone reducir la ratio, es decir aumentar el espacio por cada animal, para lo que es necesario implementar una serie de cambios que van a incrementar el coste de producción, o sea de la cría de cerdos y, por tanto, de la materia prima que utilizamos mayoritariamente para hacer el embutido y demás productos cárnicos. Y por tanto subirán los precios.

–Antes mencionaba el absentismo ¿Qué datos manejan?

–Ahora mismo las cifras están indicando casi un siete por ciento de tasa que se traduce en más de un siete por ciento de mayor coste laboral. Las empresas tenemos que asumirlo, eso es así, pero se imputa al coste de producción. Y ese absentismo laboral se debe a muchos factores: la salud, la relajación... Hasta la pandemia, las cifras de absentismo laboral decrecían; sin embargo, ahora mismo parece que vuelve a aumentar y estamos en cotas casi de máximos históricos. No creo que sea una sola por un solo motivo, sino que hubo varios que se sumaron a un detonante que fue la pandemia. Los números no engañan y es un coste importante para las empresas.

–¿Qué impacto puede tener la ley de Bienestar Animal?

–Depende. Ahora mismo el coste de la materia prima, como el cerdo que mencionaba antes, es muy elevado, con lo cual varía según la evolución del coste, o sea, de la cotización del cerdo a medio plazo. La aprobación de la normativa, en teoría, es para marzo del año que viene, pero hasta que no se implante no se puede saber realmente. Se habla de un diez o un once por ciento, incluso hay quien estima el aumento de los costes de la cría de cerdo hasta en un quince por ciento.

–Entiendo que tienen varios frentes abiertos...

–Sí, y también está la problemática de los seguros de incendios, porque las compañías aseguradoras no quieren renovarlos.

–¿Cómo les afecta?

–Es un tema que no atañe sólo al sector cárnico, sino a toda la industria agroalimentaria. Aunque las cárnicas somos las más perjudicadas porque los seguros de las instalaciones están encareciéndose desmesuradamente desde hace por lo menos dos o tres años. Ha sido notable especialmente durante los últimos meses, puesto que las aseguradoras no renuevan los contratos. Eso genera mucha dificultad, cuando no imposibilidad de encontrar una compañía que nos proteja frente a los daños que pueden derivar de un incendio.

–¿Cuál es el riesgo de no contratar un seguro?

–Perder grandes inversiones, tales como una nave o una planta de fabricación. El espacio, los materiales, las máquinas... todo ello tiene un valor y coste elevados, y el seguro nos garantiza que si hay un incendio y se destruye no se pierde toda la inversión. Sin cobertura se corre incluso grave riesgo de cierre en caso de siniestro, con lo que ello supone para el empleo.

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