Crece la preocupación de los pescadores por la crisis de los centros de precintaje

"Nos estamos llevando los salmones sin el requisito legal, con el riesgo que eso supone", alertan las asociaciones de pesca

Un pescador en Puente Quinzanas (Pravia).

Un pescador en Puente Quinzanas (Pravia). / LNE

Sergio Martín

Continúa la crisis generada por la falta de agentes del medio natural en Asturias. La situación, derivada de las protestas que este colectivo inició a mediados del mes pasado, está generando un profundo impacto en los pescadores locales, quienes se enfrentan a múltiples desafíos que amenazan la sostenibilidad de la pesca y a la conservación de los ríos asturianos.

Uno de los principales problemas que continúan enfrentando los pescadores es la imposibilidad de obtener el precinto legal correspondiente para los salmones capturados. Habitualmente, deben ser los agentes del medio natural quienes precinten los salmones, un proceso que asegura la legalidad de la captura y permite llevar un registro preciso de las poblaciones. Sin embargo, debido a las protestas y a la restricción horaria a la que se acogen los guardas, este procedimiento no se está llevando a cabo.

Los pescadores están notificando los salmones capturados, explica Eugenio López Saavedra, representante de la Asociación Salmón Vivo, pero se los llevan sin el precinto legal, lo que les deja en una situación vulnerable. "La gente quiere precintar porque teóricamente no puedes transportar un salmón que no esté precintado. Es decir, si pescas un salmón y lo llevas al centro de precintaje, pero está cerrado, pues te lo tienes que llevar a casa. Y si de camino hay un control de la Guardia Civil, te pueden poner una denuncia porque teóricamente no puedes transportar ni llevar ningún animal de esa naturaleza. Es lo que dice la ley", expone López Saavedra.

"Está claro que el Gobierno regional no mira para los ríos, no le importan nada", afirman las asociaciones de pesca

"Lo que están provocando es que los pescadores podamos hacer cosas que no son legales en la pesca del salmón", puntualiza Enrique Berrocal, presidente de la Asociación de Pesca de Las Mestas, otro de los afectados por esta situación que califica de "insólita". Y prosigue: "Es la primera vez en la historia desde que hay precintos en los ríos que se están llevando salmones legalmente notificados, pero sin precintar, sin el precinto físico que debe llevar el salmón".

Los miembros de las asociaciones también temen que la falta de agentes del medio natural aumente el furtivismo y las prácticas ilegales de pesca. "Esta situación va a provocar que, en el verano, cuando ya no estemos los pescadores en los ríos, los furtivos no tengan a nadie vigilando el río", lamenta Berrocal.

Los pescadores acusan a la Administración de no estar actuando para impedir el deterioro de los ríos, sino aplicando medidas contrarias a la supervivencia de los entornos naturales. "En la cuenca del Nalón hay una contaminación térmica brutal, sobre todo en esta época del año. ¿Por qué? Porque cortan el agua y las piedras se calientan, y al volver a soltar el agua se produce un efecto estufa que pone el agua a casi 30 grados. ¿Qué peces van a sobrevivir en esas condiciones?", cuestiona Jorge López Dabaliña, un pescador habitual de los ríos asturianos.

"Lo que está claro es que el Gobierno del Principado no mira para los ríos, no le importan nada", apunta López Dabaliña, quien considera que la Administración debería limitar la pesca con muerte para no agotar los recursos. "Los pescadores somos un depredador más en la cadena del salmón. Nos estamos cargando el futuro de los ríos al sacrificar salmones de unos pesos y de unas características que son imprescindibles para la supervivencia de la especie".

Aunque los sindicatos de agentes del medio natural confían en que la reunión del próximo día 15 de julio con la Consejería de Fomento ponga fin a su situación, los pescadores no ven indicios de mejora a corto plazo en las condiciones de los ríos.

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