La reserva asturiana de sangre, bajo mínimos, por el verano y la caída de las donaciones

Las extracciones voluntarias caen un 1,5% y las provisiones rondan las 500 bolsas, lejos de las 800 que el Centro Comunitario juzga ideales

Un hombre donando sangre.

Un hombre donando sangre. / Chema Moya

El amarillo, y no el verde, es el color que ahora ilustra la reserva con que cuenta el banco de sangre de Asturias, afectado por una caída importante de las donaciones en la región. Los motivos son los comunes durante la temporada estival. "La gente se va de vacaciones y, por tanto, no pasa por sus puntos de donación habituales", explica Ana María Ojea, directora técnica del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias (CCST).

Otra de las razones es el aumento de la demanda de bolsas de sangre y sus derivados, que se necesitan para "cubrir las urgencias procedentes de accidentes de tráfico o trasplantes", apunta Ojea.

Los accidentes automovilísticos a menudo aumentan durante el verano, y para atender a quienes llegan a los hospitales en estado crítico es indispensable tener reservas de sangre suficientes. Además, al ascenso de la demanda estival se suman las necesidades cotidianas. "Siempre hace falta sangre, los pacientes de quimioterapia, las operaciones quirúrgicas y otras patologías no desaparecen porque llegue el verano", apunta la directora técnica del CCST.

El incremento de la demanda, sumado al descenso de las donaciones, está esquilmando las reservas de sangre en la región. "Durante este primer semestre del año, las donaciones en Asturias han disminuido en torno a un 1,5 por ciento respecto a los mismos meses del año anterior", lamenta Ojea. Y es que para mantener las reservas de sangre del Principado en un nivel suficiente "sería necesario llegar a las 800 bolsas", mientras que a día de hoy el depósito cuenta con una cifra que "ronda las 500 unidades", calcula Ana María Ojea.

La directora técnica lo tiene claro. "Una donación salva tres vidas", porque con una sola extracción se pueden obtener distintos componentes sanguíneos muy necesarios para los pacientes, como glóbulos rojos, plasma o plaquetas, entre otros.

"El proceso de donación es muy sencillo y se puede repetir varias veces al año", explica Ojea. Las mujeres pueden hacerlo hasta tres veces por cada 365 días. Y los hombres cuatro. Si bien es cierto que "hay que descansar dos meses entre una donación y la siguiente", advierte la directora técnica del CCST.

Los pasos para donar sangre son simples: acudir a un punto de donación y esperar diez minutos hasta que se complete el proceso. Los requisitos para poder hacerlo son tener entre 18 y 65 años (o 70 si se dispone de un informe positivo del médico de cabecera), pesar más de 50 kilos y no padecer enfermedades transmisibles por vía sanguínea.

La frecuencia aumenta hasta los 15 días entre donación y donación si se trata de un proceso por donación selectiva o aféresis. "El proceso de aféresis tiene una duración de 50 minutos y se puede realizar en los centros de donación de Oviedo, Gijón o Avilés, no es posible hacerlo en los autobuses convencionales", explica la directora técnica del CCST.

Los grupos sanguíneos que más escasean en el Principado son A+, 0+ y 0–, aunque "se necesita sangre de todos los grupos", apunta Ojea, porque "tener salud es un privilegio que en solo diez minutos se puede compartir. Donar líquido de la vida es un acto de solidaridad y compromiso social".

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