El gasto sanitario privado anual de los asturianos se dispara tras la pandemia: esta es la cifra que se emplea de media

Los asturianos destinaron el año pasado a servicios sanitarios privados una media de 695 euros. En 2019, antes de la pandemia de covid-19, habían sido 534 euros, lo que arroja un incremento del 30 por ciento en los cuatro años que han marcado un antes y un después de la irrupción del coronavirus de origen chino, con todas sus profundas repercusiones sobre los sistemas de salud, entre ellas un incremento de las listas de espera. ¿Esos 695 euros son mucho o poco? Lo primero que cabe responder es que ese promedio de Asturias es casi idéntico al nacional, que se situó en 699 euros. En el ranking de las 17 comunidades autónomas, el Principado figura justo en el centro: hay ocho regiones con más gasto y ocho con menos.

Los españoles que más gastan en sanidad privada son los catalanes (854 euros en 2023), los madrileños (851 euros) y los ciudadanos de Baleares (803 euros de gasto per cápita en sanidad privada en 2023). Los que menos gastan son los habitantes de la región de Murcia, con una media individual de 534 euros en 2023. Todos estos datos figuran en el informe titulado "Observatorio del sector sanitario privado 2024", publicado por la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). Se trata de una entidad constituida en 2010, que aglutina al sector sanitario privado y que tiene como finalidad "promover la mejora de la salud de los ciudadanos y defender el sistema sanitario español en su conjunto, a través de la puesta en valor de la aportación de la sanidad privada".

¿Como gastaron los asturianos 695 euros por cabeza anuales en sanidad privada? El estudio de IDIS indica que 141 euros (un 20 por ciento del total) los abonaron a compañías de seguros y los 554 euros restantes (un 80 por ciento del gasto total) fueron directamente del bolsillo del paciente a su proveedor de servicio sanitario. Obviamente, la opción de gasto directo es mucho más rentable para los médicos, que se quejan de manera sistemática de las bajas tarifas por consultas y cirugías que les imponen las compañías aseguradoras.

Por una vía o por otra, la sanidad privada mueve en Asturias unos 700 millones de euros anuales, cuantía a la que hay que sumar 124 millones más –cifra de 2022– en conciertos entre el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y centros sanitarios ajenos a la red pública.

El año 2023 concluyó con 179.644 asturianos que tenían suscrito un seguro médico privado, casi 30.000 más que antes del covid (en 2019 eran 151.495). El aumento en estos cuatro años ha sido del 18,6 por ciento. En los años previos a la pandemia venía registrándose un incremento anual de unos 5.000 nuevos asturianos que contrataban un seguro sanitario privado. Desde la llegada del covid-19 se han contabilizado dos saltos cualitativos: uno de más de 9.000 nuevos asegurados de 2020 a 2021 (periodo de eclosión del coronavirus); y otro avance más reciente y de mayor envergadura –de más de 10.000 asegurados– de 2022 a 2023, en lo que muy probablemente constituya el mayor incremento de pólizas médicas privadas en la historia de la región.

El 80% del gasto médico privado lo paga directamente el usuario y el otro 20% está ligado a un seguro

El porcentaje de aseguramiento privado en Asturias es del 17,9 por ciento, sensiblemente inferior al 25,9 por ciento de media nacional. En realidad, sólo hay tres comunidades por encima de la media nacional. Madrid muy por encima de la media, con el 38,7 por ciento de la población, y Cataluña algo por debajo, con un 32,4 por ciento de la ciudadanía. La tercera es Baleares, con el 30,9 por ciento de la población. Estas tres regiones tienen como característica común una mayor proporción de gasto sanitario privado a través de seguros y no directamente del bolsillo del usuario.

La tasa de aseguramiento privado de Asturias es la undécima entre las 17 comunidades del país. El dato del 17,9 por ciento es muy superior al de la vecina Cantabria, que con el 11,8 por ciento de la población está en la cola del país junto a Navarra (11,2 por ciento). Siguiendo con el análisis de la vecindad autonómica, el dato del Principado es superior al de Galicia e inferior al de Castilla y León.

En su análisis global, la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) subraya que "el entorno asistencial privado no es simplemente un complemento, sino un socio estratégico que desempeña un papel vital en la construcción de un sistema de salud integral y equitativo". Y añade dos consideraciones. Por una parte, que la sanidad privada constituye "un motor esencial para el desarrollo económico". Por otra, que "se erige como un creador de empleo cualificado", con una demanda de profesionales "altamente capacitados en campos médicos, científicos, tecnológicos y administrativos" que "proporciona oportunidades valiosas para la fuerza laboral".

Como datos más significativos a escala nacional, el "Observatorio del sector sanitario privado 2024" señala que la sanidad privada alcanzó en el año 2021 una facturación de 36.805 millones de euros anuales, que representan el 28,4 por ciento del gasto sanitario total y el 3,05 por ciento del PIB.

La aportación de la sanidad privada se manifiesta en 12.422.000 españoles con un seguro privado en el año 2023, frente a los 10.586.000 del año 2019. Como dato relevante, del total de funcionarios que pueden elegir entre sanidad pública y privada, el 78 por ciento opta por la privada. Los 438 hospitales privados que funcionan en todo el país están dotados de un total de 50.574 camas.