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El tripartito contrata seguridad privada para mejorar los accesos a Bayas

Los vecinos se quejan de que muchos bañistas optan por aparcar sin permiso en fincas privadas ante la imposibilidad de bajar al playón

Coches aparcados ayer en el pueblo de Bayas.

Las aglomeraciones de bañistas en la playa de Bayas, la única del concejo en la que están permitidos los perros, ha obligado al tripartito castrillonense (IU, PSOE, Podemos) a contratar a una empresa de seguridad privada para controlar el acceso y los aparcamientos del playón de Bayas. "De esta manera solucionamos un problema, ya que los días de sol a partir de las 13.00 horas, el 112 ya informaba todos los días de la imposibilidad de acceder con una ambulancia al arenal", señaló el portavoz municipal del PSOE, Iván López. Los coches aparcados en la estrecha carretera de acceso al arenal impiden el paso de ambulancias, un problema que los vecinos llevan años denunciando.

"El dispositivo está compuesto por dos guardias, uno en el aparcamiento a pie de playa para que, cuando se llene avisa al guardia de arriba para que no deje bajar y se utilice el parking de arriba", agregó el edil. "Ahora es importante que la gente respete las normas y así evitar los atascos que se venían produciendo todos los veranos. Es importante que se puedan atender las emergencias en la playa", afirmó López.

No obstante, vecinos de Bayas se quejaron ayer de que muchos usuarios de la playa que no pudieron bajar en coche hasta el aparcamiento público a pie de playa "dejan los vehículos en fincas privadas sin pedir permiso y ajenos a nuestras protestas".

El Ayuntamiento ha conseguido una parcela para habilitarla como aparcamiento pero, según los vecinos "o no es suficiente para acoger todos los coches que llegan al playón o la gente no hace caso y aparca donde quiere".

"El playón de Bayas es monumento natural, un espacio protegido por el Principado pero que nadie hace nada. Los Campones es una zona protegida y la gente aparca allí sin ningún control", aseguran los residentes que culpan de las aglomeraciones en el arenal a permitir las estancia de perros durante todo el año. "La decisión se tomó en 2016 y, desde entonces el gobierno local y Costas prometen medidas para que los perros estén atados en la playa como dice la norma pero todo sigue igual", afirman.

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