La integridad de la playa de Salinas, en peligro por las limpiezas, según los expertos

“La están ersoionando”, sostiene el oceanógrafo Jorge Fernández, quien advierte de los efectos para el arenal si no varían los barridos

Troncos acumulados en la playa de Salinas, el pasado mes de diciembre. | Mara Villamuza

Troncos acumulados en la playa de Salinas, el pasado mes de diciembre. | Mara Villamuza / Nel Oliveira

Nel Oliveira

El oceanógrafo Jorge Fernández, explica que la limpieza continua y exhaustiva de la playa de Salinas –teoría aplicable al resto de arenales– deriva en la pérdida de arena, acelerando en consecuencia la subida del nivel del mar. “Al limpiar la playa todos los días con máquinas lo que están provocando es su erosión”, asegura el experto en la materia. En este sentido, los depósitos de algas, troncos y ramas arrastrados al arenal por la corriente marina, a parte de servir de sustrato para que crezcan plantas, hace de barrera frente a la erosión de la playa y los sistemas dunares del arenal castrillonense: “Es lo que frena la erosión y lo que aporta diversidad biológica a la playa”.

En la actualidad, los barridos de las playas de Castrillón siguen esta cadencia de trabajo: Salinas, El Espartal y San Juan, siete veces por semana en verano y dos en invierno; Bayas, cuatro en verano y dos en invierno; Arnao, tres y una; Santa María del Mar y El Puerto, tres y una; Bahínas, tres y una; Munielles, tres y una; y El Cuerno, tres días a la semana en verano y uno en temporada invernal. Según el criterio de Jorge Fernández, estos ritmos deberían variar en pro de los arenales del concejo. “En el caso de Salinas, en verano sí que necesita más limpieza, pero con cuatro veces a la semana en verano llegaría y en invierno entre una y dos, siempre de forma más puntal, manual y selectiva. Como en el caso de que lleguen más plásticos, redes o cajas”, expone el oceanógrafo.

En 2021 –como se aprecia en la imagen– el Ayuntamiento de Castrillón aguantó durante más tiempo la recogida de los depósitos de arribazón en la playa de Salinas. “En 2020 a la semana estaban recogidos”, clama Fernández, quien explica que “la limpieza continua de los arenales influye en la subida del nivel del mar, al igual que lo hace ya subida de forma natural las corrientes o las construcciones en costa”. Cabe destacar, según manifiesta el oceanógrafo, que “las máquinas para la limpieza basadas en la succión penetran en la arena hasta 30 centímetros, realizando un intenso y continuo batido que seca y ventila la arena por la acción del aire y los rayos ultravioleta”.

Sin embargo, en el punto medio está la virtud. En este sentido el experto explica que la solución pasa por “convencer a los usuarios, administraciones públicas y privadas de que el concepto de suciedad no puede asociarse a la presencia de algas, los cuales cumplen un notable papel ecológico. Se trata de ver las playas como enclaves naturales que tienen su propia dinámica biológica, y no meras extensiones de arena casi estéril”.

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