Los eventuales del sector auxiliar, víctimas de la caída de producción de Arcelor: las contrataciones son mínimas

Los trabajadores de las subcontratas critican el "servicio a la carta" que reclama la siderúrgica y el adelgazamiento del convenio del sector

Imagen de archivo de una concentración de trabajadores de las auxiliares en las instalaciones de laminación de Arcelor.

Imagen de archivo de una concentración de trabajadores de las auxiliares en las instalaciones de laminación de Arcelor. / Saúl Fernández

Saúl Fernández

Saúl Fernández

La contratación de eventuales del sector de las auxiliares para cubrir este verano vacaciones y paradas programadas en las instalaciones fabriles de Arcelor en Asturias se ha visto reducida como consecuencia de la "caída de la producción de la principal", señalan fuentes sindicales. Esta caída es "espectacular" a juicio de estas mismas fuentes. Y es que no hace mucho se llegaron a contratar hasta cuatrocientas personas para salvar los meses de julio hasta septiembre, una cifra que, más recientemente, se redujo a la mitad. Sin embargo, señalan estas mismas fuentes, Daorje, la principal empresa auxiliar, "ha llamado este verano a poco más de treinta personas".

Los trabajadores ven en esta estrategia de reducción de personal eventual una estrategia para adelgazar "todavía más" un sector económico del que dependen en toda la región en torno a dos millares y medio de personas. Este adelgazamiento "se nota más", apuntan en medios sindicales, desde hace "año y medio", es decir, desde el momento en que la multinacional Arcelor decidió repartir el bloque de mantenimiento (desde hacía lustros, en manos de Daorje) en 17 de sociedades: alguna de ellas, "nuevas" en la escena asturiana, circunstancia que se traduce en la equiparación del convenio del montaje con el del metal.

El primero de esto se negocia en el Principado desde las época de las reconversiones de los años noventa y cuenta con ventajas sociales de las que el de metal carece. Los trabajadores consultados señalan, por ejemplo, la dificultad para que todas las empresas reconozcan los fondos de cobertura que figuran en el acuerdo regulador de las empresas que prestan servicio dentro de las instalaciones fabriles de Arcelor. Estos fondos de cobertura garantizan el pago del 100 por ciento a los trabajadores que estén de baja temporal. Los síntomas de malestar en el sector son bastantes más. El principal "el servicio a la carta". Y es que, dicen los trabajadores, Arcelor organiza la tarea "casi de día en día". Y esta organización "a la trágala" cae hacia abajo, hacia las empresas auxiliares de tal modo que los trabajadores de las subcontratas "se enteran por una llamada telefónica" si tienen que ir a trabajar al día siguiente. Este vivir en un hilo está calentando a las plantillas. Por una razón principal: porque el convenio de la industria auxiliar recoge el número de horas laborales al año determinado.

La nueva manera de trabajar de Arcelor, se quejan en el sector auxiliar, es: "Hoy sólo necesito el turno de mañana, pero no el de la tarde o el de la noche". Ante esto, la empresa Daorje, por ejemplo, comunica a los suyos quiénes se tienen que quedar en casa y por cuánto tiempo. Para salvar este vivir en un hilo existen las vacaciones, la disposición de los días compensatorios... Pero la improvisación no parece la mejor manera de atender la tarea.

La reducción de producción en la principal es un elemento factible porque cuentan con la herramienta de un expediente de regulación temporal de empleo, es decir, porque Arcelor puede dejar en casa el número de sus trabajadores que considera preciso para cada circunstancia. Eso no sucede en las auxiliares. Estas empresas consideran que es responsabilidad de Arcelor que ellas tengan tarea suficiente. Y lo consideran así porque existe un convenio que lo explicita.

Otro asunto que conlleva la reducción de la carga de trabajo en la gran auxiliar, dicen en medios sindicales consultados, es la imposibilidad de redistribuir la tarea. Cuando había 1.500 personas trabajando en Daorje era fácil mandar a estos a un taller determinado y aquellos a otro. La parcelación del bloque del mantenimiento ha hecho que esta movilidad no sea posible porque no todas las empresas nuevas del sector cuentan con el número de personal adecuado. Y no lo cuentan, denuncian los sindicatos, porque determinaron ofertan "a la baja" para quedarse con los nuevos contratos que salieron del grande, del que explotaba desde hace años la empresa Daorje.

Arcelor troceó el bloque de Daorje en 17 pedazos. Aparte de Daorje, han aparecido en las instalaciones fabriles asturianas Ferrovial, Eulen, Algeposa, Moncobra, la francesa Latesys y SEM, que es una sociedad que se dedica a la metalización de superficies.

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