"Esbardu" sopla sus primeras 35 velas con "fuelle para rato"

La agrupación folk, que nació como formación de baile, prepara su próximo Festival Intercéltico

Marta Facundo y Daniela Seoane con la tarta de cumpleaños y tras ellas miembros de Esbardu y alumnado del taller de pandereta.

Marta Facundo y Daniela Seoane con la tarta de cumpleaños y tras ellas miembros de Esbardu y alumnado del taller de pandereta. / Mara Villamuza

I. G.

"Esbardu" sopló ayer las velas de su 35.º cumpleaños. La agrupación folclórica que preside Juan Casas surgió en 1989: "Un grupo de entre ocho y diez personas nos juntamos en una casa de Miranda con el fin de fundar un grupo de baile asturiano que fuera distinto; no queríamos ser un grupo más", expone Casas, que ya había participado previamente en la agrupación "Sabugo, ¡Tente firme!", que el pasado año, precisamente, cumplió sus primeros 60 años de vida.

El nombre de la banda no fue casual. "Un furtivo mató a la madre de dos oseznas que resultaron ser ‘Paca’ y ‘Tola’, y ese hecho originó una gran presión social contra el furtivismo: desde ese momento, ‘Paca’ y ‘Tola’ se convertían en un icono de fuerza, valor y supervivencia. Por esa simbología decidimos llamar al grupo ‘Esbardu’", explica Casas. El grupo tiene preparadas una serie de actividades enmarcadas en el aniversario, como un curso de pandereta que comenzó ayer y otro de baile tradicional, que será inaugurado el próximo miércoles 24. Tampoco faltará a su cita, la 27.º edición del Festival Intercéltico de Avilés y Comarca, que llenará de música y danza las calles de la ciudad durante el verano.

"Avilés actualmente cuenta con pocas bandas y grupos de baile; van desapareciendo frente a otros lugares, donde crecen, por eso queremos incentivar la participación de los avilesinos en grupos folclóricos, de ahí que empecemos un curso de pandereta, que finalizará a primeros de junio y otro de baile tradicional", detalló Juan Casas.

Al principio, los "esbardos" solo bailaban; sin embargo, en 1992 el grupo vio la necesidad de formar una banda de gaitas. "Por aquel entonces apenas había bandas de gaitas en Asturias y en Avilés fuimos los pioneros; somos la banda decana, antes que la ‘Villa de Avilés’ y la de Tejedor, que se llamaba ‘Tabladar’", remarca Casas.

La primera actuación de la banda de gaitas "Esbardu" fue en octubre de 1992 en Valle del Lago, en Somiedo, precisamente una tierra donde proliferan los osos que dan nombre a esta emblemática agrupación.

Cinco años después de aquel primer concierto y tras dos viajes al Festival Intercéltico de Lorient, la última vez, en 1994, Casas y su equipo vieron la necesidad de embarcarse en el proyecto cultural más reconocible de "Esbardu": el Festival Intercéltico de Avilés y Comarca. "Surgieron subvenciones para organizar festivales de este tipo y el primero lo arrancamos con un millón de pesetas y la verdad, fue un éxito desbordante y prueba de ello es que se mantiene a día de hoy", apunta Juan Casas.

Una de las piezas tradicionales que "Esbardu" toca y mima con cariño es la "Danza del oso". Seguirá formando parte de su repertorio e incluso cuenta con aportaciones propias a partir de una composición hecha por un escocés, de aquellos que participaron en los primeros intercélticos. Esa pieza que suena en el intermedio de la "Danza del oso" lleva el nombre de "Marcha del esbardu", un grupo que actualmente cuenta con una treintena de miembros y tiene, aseguran, "fuelle para rato".

"Queremos crecer, intentamos atraer a personas jóvenes y regenerar el grupo, actualmente contamos con jóvenes pero la media de edad es alta y hay que seguir dando vida al folclore, a la música y la danza tradicional", concluye Juan Casas.

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