El ecoparque de Baterías, pendiente aún de que Sepides inicie su urbanización

La complejidad de las demoliciones ha retrasado el cronograma de la empresa, que aguarda por un informe de la Confederación Hidrográfica

Espacio ya libre de construcciones salvo el gasómetro indultado y el edificio de almacenes generales, a la derecha. | Ricardo Solís

Espacio ya libre de construcciones salvo el gasómetro indultado y el edificio de almacenes generales, a la derecha. | Ricardo Solís

Marián Martínez

Marián Martínez

La complejidad de los trabajos de demolición y desescombro de los terrenos que ocupaban las antiguas baterías de coque de ArcelorMittal ha retrasado el inicio de los trabajos de urbanización respecto del calendario inicialmente previsto, que era el mes de marzo. La empresa pública Sepides dio por concluida la fase de demolición y desescombro a principios de mayo y se está pendiente de iniciar el siguiente paso, que es la urbanización, para la que no se ha hecho pública aún la fecha. Y no solo eso, también hay que "desatascar" la tramitación legal, que sigue pendiente de un informe de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico necesario para que el Pleno la modificación parcial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), cuya aprobación provisional se tendrá que remitir a Costas, a la CUOTA y a Medio Ambiente. El Ayuntamiento prevé que toda esta tramitación concluya antes de fin de año, para que Sepides pueda realizar la inscripción de las fincas en el registro mercantil y hacer efectiva la comercialización de las parcelas.

La empresa pública propietaria de los terrenos dio por concluida la fase de demolición y desescombro del espacio a principios de mayo. En un comunicado aseguró que se cumplía la planificación acordada en el calendario de ejecución de las obras, teniendo en cuenta la complejidad de los trabajos. Y es que tras las voladura de las chimeneas y las torres de carbón, hubo que desmontar uno de los dos grandes gasómetros, lo que alargó el proceso más de lo inicialmente previsto debido a la envergadura de la estructura.

Según Sepides, estos trabajos se convirtieron en uno de los retos técnicos y medioambientales más destacados en la historia de la región, con la demolición de 45.038 metros cuadrados construidos. En total se extrajeron más de 245.000 toneladas de residuos valorizados, 7.490 de carbón, 39.000 de chatarra férrica y 163,8 de amianto, además de 16.121 toneladas de residuos peligrosos. Las labores llegaron a ocupar hasta 110 personas y más de 278.000 horas de trabajo.

Y ahora falta la urbanización, que todo apunta a que deberá estar lista en 2026, aunque cuando el Consejo de Ministros aprobó el proyecto en 2020 se anunció que Avilés tendría un nuevo parque empresarial en el lugar de Baterías para 2023.

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