Castrillón desempolva el viejo plan de llevar el tren al aeropuerto: estos son los motivos

El gobierno local, en línea con el planteamiento de las cámaras de comercio de Asturias, quiere impulsar las actividades logísticas en el concejo

Los edificios de la terminal aérea de Santiago del Monte vistos desde la torre de control, con el actual aparcamiento a la derecha.

Los edificios de la terminal aérea de Santiago del Monte vistos desde la torre de control, con el actual aparcamiento a la derecha. / Miki López

Noé Menéndez

Noé Menéndez

El PP de Castrillón vuelve a poner sus ojos en el Aeropuerto de Asturias. Uno de los objetivos que llevan persiguiendo los populares desde hace años es convertir el suelo que rodea al aeródromo en industrial, para así convertir al concejo en el gran polo logístico de la región. A su favor tienen una ventaja clara: son el único sitio del territorio astur donde hay una infraestructura aérea. Por ello, quieren aprovechar para crear en su entorno un centro intermodal en el que se interconectarían los transportes por carretera (con la autovía del Cantábrico y el ferrocarril); por aire y por agua, ya que el puerto de Avilés está a tan solo diez kilómetros.

Esta no es la primera vez que sale la idea a la palestra. La Cámara de Comercio de Avilés lleva tiempo estudiando las posibilidades y fortalezas de contar con el aeródromo como polo de atracción de mercancías. En el horizonte está, además, el Corredor Atlántico, en el que el organismo cameral entiende que debería contemplarse la conexión ferroviaria del Aeropuerto, lo que permitiría enlazar con los puertos de Avilés y Gijón a través de la Zalia. Daniel González, presidente de la Cámara de Comercio de Avilés, ya hizo una propuesta a finales del año pasado durante un discurso en la Junta General del Principado. Se trata de un plan que cuenta con el respaldo de los organismos camerales de Oviedo y Gijón, partidarios de abrir ventanas de oportunidades para atraer nuevas inversiones y negocio. El Aeropuerto de Asturias se sumaría así al aprovechamiento de la alta velocidad para que también los puertos de Avilés y El Musel se puedan convertir en emisores de tráficos de la meseta, utilizando las zonas logísticas de la Zalia y Bobes.

Cuando José María Aznar gobernaba en España se empezó a desarrollar esta idea. En aquel entonces el ministro de Fomento era Francisco Álvarez Cascos y el hombre que tenía el bastón de mando en Castrillón era José María León, ambos del PP, y en ese momento ya se puso sobre la mesa una idea que ahora se podría recuperar: crear una conexión ferroviaria con el Aeropuerto a partir de la vía estrecha. El cambio de color político en el gobierno nacional mandó al cajón esa propuesta, aunque en el grupo popular no se han olvidado de la idea. Por ello, ahora se estudian diferentes medidas para potenciar la zona, como completar la idea primigenia añadiendo la vía convencional e incluso el ancho de vía del AVE, estuchando (metiendo la vía más estrecha por dentro de la ancha) las vías o creando un tercer rail.

En todo caso, tanto el gobierno local como entidades como la Cámara de Comercio de Avilés creen que este proyecto puede tener una importancia estratégica vital para la región. El problema es que, para llegar a crear este centro intermodal, hace falta cambiar el uso del suelo en la zona, aunque en el consistorio apuntan que los propietarios de los terrenos deben ceder el diez por ciento del suelo para crear infraestructuras públicas. Con ello, podrían llegar a obtener cincuenta mil metros cuadrados, que se podrían utilizar para crear ese centro intermodal.

El objetivo está claro: que Castrillón acabe convirtiéndose en el gran polo logístico de Asturias. El caldo de cultivo parece el ideal, siendo el único territorio que puede unir tanto tierra, mar y aire, pero ahora falta concretar los proyectos para que todo fructifique. El primer paso es algo en lo que el propio alcalde, Eloy Alonso, ha insistido desde que llegó al gobierno, poder industrializar ese suelo para que comience el desarrollo.

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