Fallece a los 75 años el avilesino José Luis Arrojo, el penalista que se reía de la muerte

El abogado, que se jubiló siendo el letrado más veterano en ejercicio, acumulaba decenas de anécdotas truculentas de su vida profesional

José Luis Arrojo, en su despacho.

José Luis Arrojo, en su despacho.

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

"De la muerte es necesario reírse, no hay más remedio que tomársela a broma". Así se expresaba en una entrevista concedida a este diario hace años José Luis Arrojo Vega, abogado fallecido este miércoles a los 75 años. La noticia del fallecimiento del letrado, que se jubiló como el más veterano de los que se mantenían en ejercicio en el municipio, ha caudado conmoción en medios judiciales, donde Arrojo tenía muy buena reputación y era respetado por su dilatada experiencia y, especialmente, por ser "un hombre de palabra".

Para José Luis Arrojo el principio orientador de su profesión fue siempre que todo acusado de un crimen tiene derecho a una defensa, que o bien demostrase su inocencia o minimizase la condena. Especializado en Derecho Penal, el que por las características de los casos suele generar más interés mediático, José Luis Arrojo estuvo en muchas ocasiones en el ojo del huracán, como cuando asumió la defensa del avilesino acusado de sacar los ojos a una joven langreana tras una noche de fiesta. Aún así, este penalista conocido en toda la región también tenía "líneas rojas", como la que fijaba para "mantener una cierta distancia" de sicarios, narcotraficantes y otros maleantes a los que ocasionalmente representaba. De esos contactos profesionales atesoraba decenas de anécdotas truculentas que contaba en "petit comité".

Los restos mortales de José Luis Arrojo Vega se velan en la sala 1 del tanatorio de Avilés, donde reciben el pésame sus familiares. Este jueves al mediodía se procederá a la incineración del cuerpo.