Aitana Sánchez-Gijón regresa al teatro Palacio Valdés con la comedia "La madre"

La producción que dirige Juan Carlos Fisher, a punto de colgar el cartel de todo vendido

Aitana Sánchez-Gijón, en «La madre».

Aitana Sánchez-Gijón, en «La madre». / Bárbara Sánchez Palomero

Saúl Fernández

Saúl Fernández

El dramaturgo Florian Zeller ha recorrido con su teatro la familia entera. Y, encima, lo ha hecho con éxito. Escribió, por ejemplo, "El padre" y, después, vino "El hijo". Faltaba "La madre", que es la función que esta noche (20.15 horas) se representa en el Palacio Valdés, una producción de la compañía Barco Pirata, la de Sergio Peris-Mencheta y Nuria-Cruz Moreno. Se trata de una comedia negra que protagoniza Aitana Sánchez-Gijón, que regresa, de esta manera, al odeón avilesino, tablas que conoce de sobra desde hace décadas. Por ejemplo, cuando representó en Avilés "La gata sobre el tejado de cinc", un montaje que coprotagonizó con el exactor Toni Cantó como compañero de reparto.

"La madre" es el penúltimo espectáculo del ciclo Escena Avilés, que es el programa conjunto del Palacio Valdés y el Centro Niemeyer. Falta "You say tomato", que mañana sábado se representa dentro del ciclo "Off Niemeyer". Tras esta comedia, el teatro se despide hasta agosto, salvo para la función que programa el día 19 de julio la organización del Festival Celsius 232 de literatura fantástica, ciencia ficción y de terror.

El espectáculo de esta noche lo dirige Juan Carlos Fisher, que fue quien pilotó el montaje de la temporada pasada "Prima Facie", el soliloquio por el que la actriz Victoria Luengo está recibiendo premios allá donde se presenta. Están a punto de colgar el cartel de no hay localidades a la espera de que se vendan todas las que todavía están disponibles en el gallinero del odeón local. Y es que las otras zonas del teatro Palacio Valdés ya está todo lleno.

El montaje lo protagoniza Anne, que es el personaje que interpreta Aitana Sánchez-Gijón. Ella ha construido la vida alrededor de su hijo Nicolás (Álex Villazán), y ahora, que se ha ido, sufre el síndrome del nido vacío, a la vez que descubre el verdadero vínculo con su esposo (Juan Carlos Vellido). Y se pregunta si todo el tiempo en realidad ha vivido para los demás, olvidándose de sí misma, si todo lo que ha pasado ha sido realidad o tan solo una ficción que la persigue, como las decisiones que ha tomado a lo largo de los años. Este es el argumento del montaje que despide el teatro del coliseo más que centenario.

Cuenta con una escenografía de Alessio Meloni, iluminación de Pedro Yagüe, vestuario de Elsa Noriega y música de Joan Miquel Pérez.

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