El congreso del PP de Avilés se lía antes de empezar: cisma, vetos y reproches

La previsible candidata oficial a la presidencia, Esther Llamazares, niega el voto en la junta local a Estefanía Rodríguez, la líder de los críticos

El presidente del PP de Avilés, Pedro de Rueda, en el centro, departe con un grupo de afiliados antes del inicio de la reunión de la junta que aprobó la celebracón de un congreso ordinario. | Mara Villamuza

El presidente del PP de Avilés, Pedro de Rueda, en el centro, departe con un grupo de afiliados antes del inicio de la reunión de la junta que aprobó la celebracón de un congreso ordinario. | Mara Villamuza

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Choque de trenes en la casa del PP de Avilés. Esther Llamazares, diputada nacional, portavoz municipal y previsible aspirante a la presidencial local del partido, se enganchó con Estefanía Rodríguez, ex concejala, vicesecretaria de Educación y líder del sector crítico de los populares. Una y otra, según fuentes del partido, son las llamadas a echar el pulso del que debe salir la futura presidenta del PP avilesino en un congreso que ayer quedó fechado para el 22 de julio tras desistir la dirección local de la primera fecha aprobada el miércoles, el 5 de julio. Lo que no estaba en el guion es que las hostilidades empezasen tan pronto y de forma tan bronca.

La reunión de la junta local de ayer fue la repetición de la del miércoles y la justificación de la convocatoria estriba en que el acuerdo adoptado en la primera tenía supuestamente vicio de ilegalidad: como advirtió ese mismo día el ala crítica del PP avilesino, para aprobar la celebración de un congreso extraordinario se necesita una mayoría cualifica de dos tercios de la junta y esa condición se incumplió. La advertencia cayó en caso roto en un principio, pero al pasar las horas se recapituló y, como ayer adelantó este diario, se produjo la rectificación cerca de la medianoche. El acuerdo tomado el miércoles quedó en nada y todo volvió a empezar ayer.

La segunda junta local en menos de 25 horas –la de ayer– tuvo por finalidad aprobar la celebración de un congreso ordinario, un acuerdo que requiere tan solo de mayoría simple de los asistentes a la junta. Entre esos asistentes iba a estar –como estuvo el miércoles– Estefanía Rodríguez, pero cuando trató de acceder a la sala se lo trató de impedir Esther Llamazares. Según Rodríguez, la diputada le dijo que según el asesor jurídico del partid no era miembro de la junta.

Estefanía Rodríguez, a la que acompañaba un notario, discrepó con Llamazares, hizo ver que sí había podido asistir sin problemas a la junta del miércoles e hizo valer su condición de miembro del órgano desde el año 2018, además de ocupar desde 2021 el cargo de vicesecretaria de Educación. La discusión acabó con una solución salomónica: Rodríguez pudo participar en la junta, pero como oyente, sin derecho a voto. A su juicio, según declaró a este diario, eso supone una absoluta incongruencia "porque o eres miembro de la junta y ejerces plenos derechos o no lo eres y no puedes asistir a la reunión". A la vista de estos hechos, la líder del sector crítico sopesa impugnar la junta local de ayer y el acuerdo tomado.

Esther Llamazares no atendió la solicitud que le hizo llegar este periódico para dar su versión de los hechos y el partido hizo pública una nota de prensa al final de la junta que se ciñe estrictamente al desarrollo del congreso aprobado por 19 votos a favor y 6 en contra y que presidirá el 22 de julio –si no hay nuevos cambios– Susana Fernández Arias.

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