Patrimonio avilesino en peligro de extinción (estos son los edificios que precisan de garantías para su conservación)

El concejo cuenta con numerosos elementos arquitectónicos singulares que según los expertos precisan de una protección oficial que garantice su supervivencia

Edificio de la vieja central telefónica de Ensidesa

Edificio de la vieja central telefónica de Ensidesa / I. Collín

Saúl Fernández

El municipio de Avilés conforma el área metropolitana con mayor densidad industrial de España y es, asimismo, una de las de mayor concentración de multinacionales de Europa. Esto viene siendo así –con sus idas y sus venidas– desde la segunda mitad del siglo XX, cuando se establecieron en Avilés, entre otras, las fábricas de Ensidesa, Endasa y Cristalería Española. Este hecho ha dejado huella patente en la economía de la ciudad y en la ciudad misma y lo ha hecho en forma de construcciones industriales y otros elementos patrimoniales, muchos de ellos, sin embargo, sin ningún tipo de reconocimiento legal. Sobre estos últimos destaca la chimenea de Sínter de la antigua factoría avilesina de Ensidesa. Se da la circunstancia de que el gobierno local comunicó el pasado viernes 21 que notificará al propietario de esta chimenea una orden para que la restaure o, en su caso, la derribe y, si no obedece, será el Ayuntamiento de Avilés quien operará de manera subsidiaria (y, después pasará, la factura al dueño de la chimenea).

Esto lo dijo el concejal de Desarrollo Urbano, Manuel Campa, que contestó así a un ruego que había formulado el grupo Vox que, a su vez, se había hecho eco de la denuncia de caída de cascotes que habían hecho los trabajadores de la gasolinera del polígono que está al pie mismo de la chimenea.

El propietario puede restaurar o derribar porque la chimenea no tiene ningún tipo de protección urbanística: ni local, ni por supuesto regional. La ubicación de esta chimenea, en el polígono de la ría, la hace visible desde buena parte del municipio. De hecho, es uno de los elementos industriales más singulares del municipio: sobrevivió, de hecho, a la construcción del parque empresarial de la ría a finales de los años noventa.

La situación en que se encuentra la chimenea de Sínter no es única. El Centro de Estudios Alfoz de Gauzón (CEAG) trabaja en la relación de todos los elementos patrimoniales de Avilés sin protección legal, es decir, fuera del Catálogo Urbanístico que está asociado al Plan Especial de Protección de Avilés, que es el documento que se ha dado la ciudad para proteger su patrimonio cultural. A instancias de este periódico, el colectivo de estudiosos ha presentado una lista de elementos arquitectónicos cuyas huellas en la vida de la ciudad no deberían estar amenazas por una piqueta.Data

Conservas Massó.

Está en la avenida del conde de Guadalhorce, 47 y según señala el CEAG es un «ejemplo muy representativo de este tipo de industria en el concejo de Avilés». La fachada es de ladrillo visto y el edificio fue construido en dos fases de las que sólo se conservan, precisamente, las fachadas y la subestación eléctrica. «Los orígenes de la marca se remontan a comienzos del siglo XIX en Bueu (Pontevedra), contando con factorías en el propio Bueu, Cangas (Pontevedra), Avilés y Barbate (Cádiz)», apostillan. La parte original del edificio, «más historicista y acorde a los principios de la autarquía franquista, colinda con la ampliación de la factoría, que es más tardía y está vinculada a los principios del Movimiento Moderno». El arquitecto Tomás Menéndez Abascal fue el responsable de la construcción del edificio: entre 1945 y 1959. Las naves fueron derribadas o alteradas y en la actualidad se encuentra en estado de abandono.

Transportes de Ensidesa.

Se trata de un conjunto de tres edificios situados en las inmediaciones del poblado de Garajes que fueron «destinados al almacenamiento y mantenimiento de la flota de transportes de la siderúrgica», apuntan desde el CEAG. Posteriormente, acogió las oficinas centrales de Daorje antes de que la gran auxiliar se trasladase al polígono de la ría. «Se compone de un edificio de oficinas con taller de reparaciones, un garaje y una gasolinera. Este último elemento fue incorporado al inventario de la Fundación Docomomo ibérico gracias a una colaboración del CEAG y el Colegio Oficial de Arquitectos. Arquitectónicamente responde a los parámetros del Movimiento Moderno». Se desconoce su autor.Data

Central Telefónica de Ensidesa.

Este es otro edificio «de ladrillo visto, de gran calidad arquitectónica vinculada al Movimiento Moderno», apuntan desde el CEAG. «Consta de un cuerpo bajo de tres alturas y, presidiendo su fachada principal, una gran torre de planta cuadrada que actuaba como soporte de la antena. A ambos lados de la misma existían dos esculturas en relieve de José Luis Sánchez, que fueron destruidas en las últimas décadas», apuntan desde el CEAG que lamentan que el edificio se encuentre «en estado de abandono después de que una iniciativa popular, liderada por nuestra entidad, consiguiera frenar su derribo en el año 2015». A iniciativa del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, forma parte del inventario de la Fundación Docomomo ibérico, que es una organización que estudia y documenta «la arquitectura del Movimiento Moderno con el fin de lograr su reconocimiento, su protección patrimonial y conservación». Alma Consulting & Investment, sociedad vinculada al Grupo Daniel Alonso, es la propietaria del edificio desde el año pasado. El proyecto que tienen sus dueños es instalar oficinas de la corporación.Data

Horno alto Número 1 de Ensidesa.

En este caso, no se trata de un edificio completo. Lo explican en el CEAG: «Fue destruido durante el proceso de desmantelamiento de la cabecera avilesina, los restos de su última colada fueron aprovechados e inscritos en una rotonda del nuevo polígono. Su interés es, predominantemente, histórico, por tratarse del horno alto inaugural de la fábrica», un elemento que había sido encendido el 24 de septiembre de 1957, actuando como maestra de ceremonias Carmen Polo, la esposa del dictador Francisco Franco. De hecho aquel horno se llamará para siempre «Carmen». Lamentan en el CEAG: «Se encuentra en un pésimo estado de conservación por falta de limpieza y desbroce».

Iglesia de San Pablo de La Luz.

El templo es obra de Efrén García Fernández. Es una obra construida entre los años 1965 y 1972 «para sustituir a un bajo provisional que cumplía las funciones religiosas en el barrio siderúrgico de La Luz», aclaran el CEAG. La iglesia «consta de un edificio de volúmenes claros y líneas rectas, con una fachada principal protegida mediante marquesina y en la que cobran gran protagonismo las vidrieras. Por su interés arquitectónico fue incluido el conjunto en el inventario de la Fundación Docomomo ibérico gracias a una colaboración entre el CEAG y el Colegio de Arquitectos», apostilla en el Centro de Estudios Alfoz de Gauzón.

Casa Sindical.

Se trata de una obra de Francisco y Federico Somolinos Cuesta. La construyeron entre los años 1967-1973. Dicen los miembros del CEAG que se trata de un «edificio racionalista compuesto por un cuerpo bajo dedicado a recepción y salón de actos y por uno alto de seis alturas dedicado a oficinas. Destaca el uso predominante del vidrio. Por su interés arquitectónico fue incluido el conjunto en el inventario de la Fundación Docomomo ibérico gracias a una colaboración entre el CEAG y el Colegio de Arquitectos».

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