Jacobo Rodríguez, elegía en verso y sobre el mar digital

Ramón Rodríguez y Carlos Fueyo Tirado componen "Olasola", un libro de artista que nace tras la pérdida del hijo y el amigo de la infancia

Ramón Rodríguez, en el centro del pasillo formado por los surfistas amigos de Jacobo Rodríguez en Salinas. En el recuadro, la portada del libro "Olasola".

Ramón Rodríguez, en el centro del pasillo formado por los surfistas amigos de Jacobo Rodríguez en Salinas. En el recuadro, la portada del libro "Olasola". / LNE

Saúl Fernández

Saúl Fernández

"Olasola" nace de una pérdida. La de Jacobo Rodríguez Palacio, un veterano surfista que falleció el 17 de junio del año pasado. El corazón se le paró en medio del mar de Salinas. Esta ausencia repentina –el surfista muerto tenía 51 años– detuvo el tiempo en sus alrededodes. Y en estos alrededores estaban su padre–el artista Ramón Rodríguez– y el poeta Carlos Fueyo Tirado. "Nos conocíamos desde guajes", confiesa el escritor al otro lado de la línea telefónica.

Los dos juntos y el director del Museo de Bellas Artes, Alfonso Palacio. Y el prologuista, el crítico Ángel Antonio Rodríguez. Y también el editor de Pata Negra, Fermín Santos López, presentan hoy (19.00 horas, en el patido del palacio Velarde del centro cultural ovetense) el fruto de la elegía compartida y convertida, después, en libro de artista: una edición de apenas 30 ejemplares con dos pruebas de autor y un encarte, un libro joya que mezcla los versos y las estampas digitales y todo junto para retomar la vida que viene tras la tristeza.

"Después de aquello siempre tuve presente la elegía de Ramón Sijé, la que Miguel Hernández le dedicó a su amigo del alma", comenta el artista avilesino. De la obra maestra del oriolano salen estos versos, por ejemplo: "No hay extensión más grande que mi herida,/ lloro mi desventura y sus conjuntos / y siento más tu muerte que mi vida".

"Olasola" es el libro número 24 de la colección "20x20 Poemas, Textos y Grabados" de la editorial de Santos López: una joya artesanal que mezcla las artes gráficas y la reproducción artística. De hecho cada ejemplar cuenta con ocho imágenes (de Ramón Rodríguez) y ocho poemas que las acompañan (de Carlos Fueyo Tirado). "Me costó mucho escribir los poemas. Nunca había escrito inspirado por un elemento concrero. Ese fue el primer reto. El segundo, la presencia constante de la muerte de Jacobo. Fue un proceso duro, pero, insisto, lo tomé como un reto", explica el autor de los versos contenidos en "Olasola": un libro de arte con una tirada de 30 ejemplares y dos pruebas de artista que contiene seis estampas digitales de 18,5x18,5 cm, dos desplegables de 18,5x37 cm y una estampa encartada de 17,5x36 cm numerada y firmada por Ramón Rodríguez, que cuenta que "Olasola" no tenía que haber sido el libro de artista que tenía que haber salido definitivamente.

La encuadernación de "Olasola" es de tapa dura, entelada e impresa y su interior. Tiene 34 páginas y dos guardas, cosidas y encoladas. Es de papel Canson Edition de 250 gramos. El libro va contenido en una caja, también entelada, y la realización del conjunto, ejemplar a ejemplar, es totalmente artesanal.

Jacobo Rodríguez, en verso sobre el mar

La portada del libro "Olasola" / LNE

"Estaba escribiendo ‘Viajes soñados’, una colección de viajes que no había hecho. Sin embargo, el accidente de Jacobo Rodríguez dio un vuelco a todo aqueel proyecto", confiesa el pintor al otro lado de la línea telefónica. "Carlos Fueyo Tirado tenía que poner los versos. Fue reticente: no sé si podré, no sé si sabré...", cuenta Rodríguez. Pero finalmente pudo y supo. "Nos conocíamos de siempre. Carlos y Jacobo eran amigos de la infancia. Viajábamos siempre juntos y ellos eran compañeros de juegos", continúa el pintor y también el padre huérfano.

En un principio, el libro tenía que contener su inspiración principal, es decir, Rodríguez no quería que se mencionase al surfista. Tenía que quedar la pena más etérea. Pero eso fue sólo una intención que finalmente no se cumplió. Y así sale "Olasola", el libro que es arte y se presenta en el templo de las Bellas Artes. Y es que Rodríguez y Fueyo Tirado "han compuesto un libro elegíaco en el que el mar es el protagonista porque el mar siempre nos espera y siempre nos llama con sus altibajos constantes y su eterno flujo", cuenta Ramón Rodríguez que añade que este mar es "símbolo eterno, metáfora de la vida misma".Hacer arte del mar y de la tristeza es lo que finalmente unió a los dos creadores que presentan esta tarde su trabajo conjunto dedicad a sólo unos pocos ojos privilegiados.

Cinco de las estampas digitales que contiene "Olasola" salieron de una colección de creaciones hechas a través de Inteligencia Artificial. "Di una serie de instrucciones y de allí salieron como doscientas", explica Rodríguez. De estos dos centenares, el artista eligió las primeras cinco de las que recoge "Olasola". "Las otras tres son fotografía verdaderas, aunque tratadas por mí". O sea, esas olas solas, esos amaneceres y rompimientos de glorias fueron empujados hacia la realidad por medio del juego de herramientas más moderni, pero también por el sentimientos más antiguo de todos: el dolor de la ausencia.

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