Entrevista | Pablo Ramudo Rapero y pregonero de las fiestas de Piedras Blancas

Pablo Ramudo, el rapero asturiano que ya es profeta en su concejo: "Todavía no vivo de la música, pero viviré de ella"

"En el momento quizá no lo piensas porque ocurre todo muy rápido, pero ahora, que quedan pocos días, te das cuenta de lo fuerte que es ser pregonero de tu pueblo"

Pablo Ramudo, en la plaza de Europa, donde dará el pregón el viernes

Pablo Ramudo, en la plaza de Europa, donde dará el pregón el viernes / Mara Villamuza

Pelayo Méndez

Pablo Ramudo dio el salto a la fama hace poco más de un año cuando su canción "Ley de vida" se viralizó en redes. Ahora, tras un año de crecimiento exponencial y con más de noventa mil reproducciones mensuales en Spotify, dará el pregón de las fiestas de su pueblo, Piedras Blancas, el viernes. Pese a no ser el suyo un perfil habitual en este tipo de eventos, Ramudo está muy ilusionado y asume que ser pregonero es un reconocimiento que significa mucho para él.

–¿Cómo se enteró de que iba a ser el pregonero?

–Todo esto se dio a través de una actividad del geriátrico en el que trabaja mi madre. Ella fue a solicitar unas gaitas para las personas mayores con las que trabaja y, cuando se enteraron de que era mi madre, le preguntaron si yo podría dar el pregón. Ella me lo dijo a mí y yo me puse en contacto con el Ayuntamiento. Unos días después me llamaron para confirmármelo.

–¿Qué pensó?

–Me quedé impactado. En el momento quizás no lo piensas porque ocurre todo muy rápido, pero ahora que quedan pocos días te das cuenta de lo fuerte que es que te elijan para ser pregonero de tu pueblo.

–¿Cómo cree que reaccionará la gente?

–No lo sé. Quienes van a venir son gentes de Piedras Blancas, no creo que haya muchas de otros lados. Me imagino que va a haber más chavales que en otros años, más que nada porque con que vengan mis amigos ya son un gran porcentaje de la gente joven del pueblo. Si hablamos de la gente mayor, esos también me apoyan mucho, jamás recibí nada de rechazo. Creo que por el simple hecho de ser de aquí les va a gustar.

–¿Va a haber algo de rap en el discurso o será más convencional?

Estoy bastante nervioso. En principio, mi idea es dar el pregón normal. Si fluye ya se verá, en el momento todo puede pasar.

–Se dio a conocer con la canción "Ley de vida" en una Batalla de Canciones. ¿Cómo ve este tipo de competiciones y qué cree que aportan a artistas como usted?

–Estas competiciones están muy bien, más que nada porque tienen una visibilidad que ninguno de los artistas que se apunta tiene. Es una plataforma muy potente para darte a conocer, y además gratuitamente. Por ejemplo, "Ley de vida" ya la había subido yo en dos ocasiones a Tik Tok y no pasaba de tres mil reproducciones. Es la misma canción, el nivel ni bajo ni subió, sin embargo, la canté ahí y se hizo muy viral.

–¿Cómo afecta a una persona tan joven un "boom" así?

Depende de la forma de ser de cada uno. A mí al principio me costó porque pasé de cero a cien muy rápido. De hecho, el vídeo que se hizo tan viral era la primera vez que cantaba para alguien en público que no fuesen mis amigos; solo tenía una canción subida a YouTube y porque fueron ellos los que casi me obligaron a publicarla. Los primeros días tuve el Instagram "petao" y no me paraban de llegar mensajes. Parece que no, pero agobia. Luego también tienes que tener precaución, porque te estás metiendo en un mundo en el que se mueven muchas cosas, no es solo subir música. Hasta que lo analizas bien y lo procesas todo, te cuesta. Yo sigo sin verlo como algo normal todavía.

–¿Cómo es subirse a un festival tan potente como "Boombastic", donde estuvo el año pasado?

Es una locura. Me gusta el escenario y desde el primer momento eso lo llevé bien. Al fin y al cabo, a mi lo que me gusta es salir allí a cantar. El mayor problema que tenía yo era gestionar todo lo externo que conlleva la música, porque te metes en un mundo en el que no tienes idea de absolutamente nada. Te tienes que dejar guiar por una persona que, generalmente, no conoces de nada. Yo tuve suerte y afortunadamente salió todo bien. Lo de cantar en un escenario acaba siendo lo de menos, porque es lo que realmente me gusta.

–Sacó su primer disco en enero. ¿Tiene planeado algún tipo de gira?

–Algo se está planeando, no te lo puedo confirmar porque no está cerrado al 100%, pero algo se está haciendo.

–¿Sus amigos qué le dicen de todo esto?

Ellos flipan. Yo normalicé algunas cosas, pero ellos siguen flipando. Lo llevan genial realmente, me apoyan desde el principio. Mis amigos son lo más grande que tengo, van conmigo a todos lados y me acompañan. Simplemente lo disfrutan, así que todo lo que puedo darles se lo intento dar.

–¿Cómo les dijo a sus padres que se iba a dedicar a la música?

Ellos no se lo creían, estas cosas solo las ves por la televisión y por las redes. Al principio se reían, estaban orgullosos de las reproducciones que tenía, pero no le daban más importancia. Con el paso de los meses se empezaron a asustar. Este es un mundo en el que ellos no me pueden proteger. La conversación va poco a poco, ellos ven que cada vez te mueves más, se dan cuenta de que la cosa va en serio. Me apoyan, pero siguen teniendo algo de miedo por todo lo que rodea al mundo en el que se está metiendo su hijo.

–¿Volver a Piedras Blancas después de un viaje es una especie de "reset"?

Sí, estar aquí es paz y estar fuera es la jungla. Cuando estoy aquí tengo a mis padres cerca y a mis colegas en el bajo, siempre hay alguien. Fuera coincides con gente que no conoces de nada, productores con los que pasas seis horas y no los conoces de nada. Son momentos incómodos del trabajo y hay que aceptarlos como tal. Todavía no vivo de esto, pero viviré.

–¿Tiene alternativas si la música acaba saliendo mal?

Tengo el título de TSEAS (Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva) y trabajé de monitor en el pueblo. Daba clases de "spinning" y de mantenimiento físico. También me gustaría estudiar soldadura. No se me caen los anillos por trabajar de lo que sea, pero bueno, mejor que esto siga adelante.

–¿Cómo se presenta el próximo año?

Hay que tener cuidado al ponerse expectativas altas porque si luego no las cumples te frustras. Pero es difícil no ponerlas altas teniendo en cuenta lo que pasó este año. Pegar otro "boom" sería increíble, pero mi objetivo realista para el año que viene es seguir dándome a conocer. Poco a poco ir sumando oyentes para que se me vea como un artista y no como el chaval que se hizo famoso en Tik Tok porque se parece a Soge Culebra.

–¿Qué referentes musicales tiene para hacer canciones utilizando diferentes estilos?

Depende del momento. Yo escucho mucha música y, normalmente, la que escuchas en un momento determinado se proyecta después a la hora de hacer una canción. Si me gusta escuchar una corriente musical, muchas veces acabo queriendo hacer ese tipo de música. Últimamente estoy escuchando mucho a Cano y a Lía Kali, con lo cual las canciones que estoy haciendo ahora son más de un estilo "aflamencado". Antes, cuando empecé, escuchaba a otros como Nadal o Soge y se pueden ver reflejos de sus estilos en mis primeras canciones.

–¿Cómo se lleva compartir cartel con los artistas que antes escuchaba en su casa?

Son gente normal, la gente los idealiza y no se dan cuenta que son chavales normales que se les da bien hacer música. Son compañeros, de hecho, se ofenden más cuando se les trata de estrella que cuando se les habla como a uno más.

–¿Con qué artista le gustaría colaborar?

–Ahora mismo yo creo que Cano. Su música me flipa, es de mis artistas favoritos sin duda. Si hablásemos de algo más personal, que quizás ahora no lo escuche tanto pero que me marcó en su día, pienso en Kaze y en Nadal. Otro que se me viene a la mente es Garolo, pero ya tenemos un tema juntos.

–¿Cuál cree que es la satisfacción más grande que le puede dar la música?

Que te pueda aportar tranquilidad a nivel económico. En el momento que yo vea que lo hice tan bien que tengo el dinero suficiente para vivir tranquilo, tanto yo como la gente que me rodea. Si nos centramos en la parte más artística, yo creo que ese momento llegará en un concierto. Cuando tenga a mucha gente cantando al unísono una canción que a mí me llene y cuando pueda mirar atrás para ver a mi familia y a mis colegas felices. Me sentiría completamente realizado.›

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