La libertad cierta de las mujeres

Dos expertos señalan en el curso de Sexología los peligros del nuevo orden sexual: "Mantiene el victimismo"

José Ramón Landarroitajauregi, ayer, en el curso de sexología del palacio de Maqua. | Luisma Murias

José Ramón Landarroitajauregi, ayer, en el curso de sexología del palacio de Maqua. | Luisma Murias

Saúl Fernández

Saúl Fernández

José Ramón Landarroitajauregi Garai, que es el fundador del Instituto de Sexología Sustantiva, y Lucía González-Mendiondo, que es profesora de la Universidad de Zaragoza, plantearon ayer más preguntas que respuestas para un período de tiempo en que "las relaciones entre hombres y mujeres están viviendo una transformación", señaló Landarroitajauregi. Esa transformación de la que hablaron es la que va del "la maté porque era mía" a lo que trajo "la manada, las distintas manadas", en palabras de González-Mendiondo. Los dos expertos presentaron su respectivas –y complementarias– intervenciones en el curso "Divulgar la sexología: el desafío sexual", que se desarrolla estos días en el palacio de Maqua.

González-Mendiondo reconstruyó las relaciones de los hombres y mujeres, la violencia de unos sobre otras, "a partir de casos índices", es decir, a partir de casos notoriamente relevantes (el mayor, el del grupo de chicos que violaron a una joven en un portal de Pamplona durante la celebración de unos sanfermines). "Lo que me pregunto es si tiene que ser el caso de la ‘Manada’ el paradigma para legislar luego", expuso. "El antiguo orden sexual se definía desde el punto de vista patriarcal y en él las mujeres eran ciudadanas de segunda. Hemos hecho cosas para que dejen de serlo, pero alguna de esas cosas que hemos hecho para que dejen de ser ciudadanas de segunda les siguen afectando, es decir, les sigue manteniendo en el lugar reservado a las ciudadanas de segunda. Ser víctima no es ser de primera", advirtió Landarroitajauregi. "Algunas formas de salvar mujeres dejan a las mujeres en el sitio en el que tienen que ser salvadas y cuando sucede esto, no terminan de ser salvadoras", añadió el experto bilbaíno. "Estamos en un tiempo de transición: estamos moviendo el mundo de un paradigma antiguo a uno nuevo, pero no es sencillo", explicó el sexólogo.

"Ya no nos convence el discurso patriarcal y por eso está cambiando. Lo que tenemos que analizar es si nos favorece en algo, quién sale perdiendo", explicó, por su lado, González-Mendiondo. "Este nuevo discurso que regula las relaciones entre hombres y mujeres no creo que sea emancipador y no creo que sea liberador, porque se define sobre el victimismo. Es decir, mantenemos a la mujer como víctima pasiva que necesita protección frente al macho. Luego seguimos un poco con la dinámica que pretendíamos romper", aseguró la profesora de Zaragoza. "Lo que hemos hecho es darle una vuelta al asunto para no cambiar nada", añadió González-Mendiondo. "No puede ser una verdad decir que los hombres matan a las mujeres. Lo que pasa es que maridos o exmaridos matan a sus mujeres. Como el lío tiene mucho que ver con la condición de ser esposa pues igual hay que poner en entredicho el matrimonio", concluyó el experto vizcaíno.

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