Los afectados por el cierre de la calleja de los Cuernos: "La opción que nos han dado es entrar desde la calle de la Cámara marcha atrás"

Los andamios en el entronque de Alfonso VII con San Francisco corta el paso a peatones y furgonetas de proveedores, se quejan los comerciantes y los vecinos

El andamio que cubre  el número 21 de la calle  de San Francisco, ayer. | S. F.

El andamio que cubre el número 21 de la calle de San Francisco, ayer. | S. F.

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Los vecinos y comerciantes de la calleja de los Cuernos muestran un cansancio que cada día que pasa va en aumento a propósito del estado en que se encuentra el acceso de la vía –cuyo nombre oficial es Alfonso VII– en su entronque con la calle de San Francisco. Y es que el edificio número 21 de esta céntrica calle –anteriormente alojaba una joyería– fue derribado parcialmente esta pasada primavera por orden municipal. El final de esos trabajos, sin embargo, no disminuyó los peligros: quedó un mecano de hierros que dificulta el paso de peatones e impide el de vehículos. "No es así cómo tiene que estar una calle en medio del casco histórico", se quejaron. "La opción que nos han dado es entrar desde la Cámara marcha atrás, pero no es muy factible", lamentaron.

Los problemas de los vecinos y de los comerciantes de la zona no se limitan a los andamios y es que en la misma calleja existe un local, en el número veinte (un tablao), "que es un foco de porquería, desprende unos olores nauseabundos, las ratas se pasean por la zona, y la plaga de mosquitos es incontrolable...".

Los problemas generados por el estado de ruina del edificio vienen de hace meses. Hubo desprendimientos y como consecuencia de ellos, las autoridades vedaron el acceso a la calle –una de las más comerciales del centro avilesino–. Hubo también una reparación que permitió la apertura, pero finalmente, llegó la orden de derribo parcial. Y a finales de abril se concluyó: la fachada a la calle San Francisco desapareció. Se mantiene, sin embargo, la que da a la calleja de los Cuernos: una pared con un abombamiento destacado.

La concejala de Licencias, Sara Retuerto, se reunió de manera informal con los vecinos y comerciantes de la zona. Les comunicó que la retirada de los andamios se producirán cuando el propietario del edificio número 21 termine las obras. Sucede, sin embargo, que el dueño de la finca en ruinas tiene doce meses para iniciar la obra. "¿Vamos a estar así hasta el próximo mes de mayo?", se preguntaron indignados los afectados.

"Aunque comiencen las obras de rehabilitación, que no se sabe cuándo va a suceder esto, hay que dar servicio a los vecinos y comerciantes, sobre todo y teniendo en cuenta que la hostelería está en la zona baja y que la mayoría de los vecinos ya tienen una edad considerable", continuaron.

Los andamios, aseguraron, han crecido con respecto al momento de las primeras caídas. "Llegan hasta la clínica". Lo que buscan los vecinos y los comerciantes es que el Ayuntamiento de Avilés dé una solución: al problema de tránsito y al nido de porquería del antiguo tablao.

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