Castrum asumirá el contrato de restauración de la fuente de los caños de Rivero

La intervención, bajo supervisión de Patrimonio, costará 43.923 euros

N. M.

La empresa Castrum Restauración y Gestión Cultural asumirá por un importe total de 43.923 euros el contrato de restauración de la fuente de los caños de Rivero así como los servicios de seguimiento arqueológico y las memorias de restauración. Estos trabajos están financiados a través de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation-EU.

La fuente de los caños de Rivero, una de las más antiguas de Avilés y obra de Muñiz Lorenzana, constituye una pieza singular y se encuentra en buen estado de conservación, pero hace tiempo que dejó de manar para lamento de muchos avilesinos. Devolverle su esplendor fue uno de los objetivos que se marcó el exconcejal de Mantenimiento Urbano, Jorge Luis Suárez, ya para el mandato pasado. El plan fue quedando relegado por otras prioridades, pero se ha retomado gracias a los fondos europeos.

El intervención que ahora asumirá la empresa Castrum ha sido comunicada a la Consejería de Cultura, que dio luz verde a la misma cn fecha de 22 de mayo. Si durante la ejecución de las obras se hallaran restos de presunto interés arqueológico, se paralizarán los trabajos y se aportarán las medidas adecuadas para la protección de los restos, comunicando inmediatamente dicha circunstancia a la Consejería.

La de Rivero es una de las fuentes más antiguas de Avilés que se conservan y se tiene conocimiento de que su construcción comenzó en 1815 no solo para saciar la sed del vecindario, lavar, cocinar y asearse, sino también como auxilio contra los incendios. Costó 13.618 reales y está formada por un pilón circular que rodea un núcleo central macizo del que salen tres caños, coronado por un jarrón de piedra y limitado por un espacio semicircular con bancos de piedra.

Esta fuente marcaba la salida de la villa en la carretera que unía Avilés y Oviedo y fue fruto de una reivindicación vecinal. Y es que los vecinos de Rivero reclamaban entonces al Ayuntamiento un servicio de agua corriente para evitar los traslados hasta los caños de San Francisco.