Abercrombrie, maestro de fantasía en Avilés

Profesionales de la ingeniería y la física analizan los estímulos que impulsan a leer una historia: "El 90% del tiempo nos comunicamos a través de plataformas"

Público durante el taller literario sobre Abercrombie en el Celsius 232.

Público durante el taller literario sobre Abercrombie en el Celsius 232. / Ricardo Solís

Carolina Escudero

Joe Abercrombie, autor de culto en la literatura fantástica, fue el ‘leit motiv’ del taller literario dirigido por Susana Vallejo y Sergi Viciana en el marco del festival Celsius 232 y que bautizaron: "Leer bien para escribir mejor". La cita, con gran éxito de público, sirvió para diseccionar, mediante la lectura de la obra del autor británico, referente del "grimdark", subgénero de la fantasía, la cantidad de detalles que aporta también a una historia de ficción los diferentes giros del lenguaje. Los consejos llegaban de la mano de dos autores que forman parte de la escuela "Phantastica", formada por especialistas en fantasía ciencia ficción y terror.

A partir de una traducción paralela de un fragmento de la obra de Abercombrie, Vallejo y Viciana quisieron mostrar que, por ejemplo, "no es lo mismo poner que el sol huye a que simplemente sale". Tampoco es lo mismo, la estructura de ciertas construcciones según el género, advirtieron.

Como Viciana comentó, "las novelas de fantasía más oscura, como las de grimdark, tienen que ser expresivas hasta en los rótulos", señal de que hasta el mínimo detalle, despierta emociones inexplicables.

Cassandra Clare, una de las autoras más esperadas de esta edición, durante la firma de libros, ayer por la tarde.

Cassandra Clare, una de las autoras más esperadas de esta edición, durante la firma de libros, ayer por la tarde. / LNE

En Centro de Servicios Universitarios también se abordó en la mesa redonda "Imaginarios de ida y vuelta" los cambios en los diferentes géneros literarios. Los participantes coincidieron en el poder de evocar sentimientos mediante el arte o la tecnología. Ángela Martínez (ingeniera en diseño industrial), Daniel Barbarrussa, (personal investigador en formación –FPI– de la Universidad de Sevilla), Enrique Meléndez (director de la Cátedra de Cine) y Jose Manuel Uría (físico y especialista en Inteligencia Artificial aplicada a cultura y deportes).

El uso cada vez más sofisticado de patrones matemáticos permite conocer qué estímulos provocar en el público a través de imágenes, diseños o palabras, subrayaron los expertos. José Manuel Uría hizo referencia a que esos patrones "son fractales que se establecen de forma genérica y nos permiten saber qué efecto generar". Esto mismo también es aplicado de manera similar en el diseño, abundó. Ángela Martínez, por su parte, comentó su experiencia como docente: "Les digo a mis alumnos que uno debe saber cuál es el mecanismo que hace que algo funcione, no basarse en gustos".

Otros debates candentes actuales también pasaron por la sala. La relación entre las personas y la Inteligencia Artificial fue uno de ellos. "A veces se nos olvida es que hablamos con un software y que se analiza todo aquello que escribimos", indicaba Daniel Barbarrusa. Quedó hueco también para indagar en el uso de ciertos patrones en la literatura para llegar al corazón de los lectores. "Mi herramienta para llegar a la gente son las palabras y tengo que saber cual emplear en cada momento", expresaba la ingeniera y también escritora Ángela Martínez. Esa simbología se usa en Internet, una realidad paralela que ya forma parte de nuestras vidas. "El 90% del tiempo nos comunicamos mediante plataformas", comentaron los intervinientes. Pero en cualquiera de las realidades el ser humano deja una huella fácil de rastrear.

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