Balcón al muelle

Rediseño del micromunicipalismo

El planteamiento de una comarca de 129.000 habitantes y su impacto económico y demográfico obliga a pensar en un futuro donde los servicios ciudadanos no se agotan en las fronteras geográficas

Covadonga Jiménez

Covadonga Jiménez

Un informe de la Federación Española de Municipios y Provincias revelaba hace ya un lustro que la mitad de los municipios españoles se encuentran en riesgo de extinción. La regresión demográfica, pese a haberse convertido en un problema de Estado, no halla medicina para reducir sus consecuencias. Sin ir más lejos, la sangría demográfica que sufre esta comarca se viene manifestando desde hace años, especialmente en su cabecera, Avilés. Las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) recortan el número de habitantes año tras año en el concejo, con la única excepción en la serie de las dos últimas décadas de los años 2009 y el cierre del ejercicio 2021. A diferencia del resto de concejos de la comarca, el municipio avilesino encadena caídas sucesivas de habitantes

Rediseño del micromunicipalismo

Rediseño del micromunicipalismo / Covadonga Jiménez

El año de la pandemia, el 2020, trajo a España cifras insólitas en el número de fallecidos: murieron 493.776 personas, casi un 18 por ciento más que en 2019; nacieron 341.315 bebés, que confirmaron la tendencia de descenso de la natalidad, y se casaron 90.416 parejas, un 45,7 por ciento menos. Unos números que reflejan las heridas que ha dejado la pandemia del coronavirus en la geografía española. Los datos son aún más punzantes en la comarca avilesina: en el último cuarto siglo han fallecido 13.007 vecinos. La caída demográfica registrada en este periodo equivale, por poner un ejemplo, a casi el total de la población que actualmente reside en Soto del Barco (3.800) y Gozón (10.282).

Pero lejos de convertir estas líneas en un espacio para la autoflagelación o complacencia, optaremos por dar la vuelta a esa realidad tozuda de las cifras. El debate reabierto esta semana, con mucho tino, desde la Sociedad Económica de Amigos del País de Avilés y Comarca, acerca de la oportunidad, o no, de la fusión de municipios en esta comarca no ha hecho sino abrir, de nuevo, con los datos por medio, lo que podría ser una oportunidad de progreso para este territorio. Con el caso reciente de los ayuntamientos de Don Benito y Villanueva de la Serena, en Badajoz, no parece tan contraproducente el referéndum que algunos tildaron al inicio de «idea fuera de lugar». Según datos aportados por los dos municipios extremeños, la unión comporta una serie de ventajas fundamentalmente económicas y de bienestar de la ciudadanía: riqueza, actividad económica y desarrollo sobre rentas, población y empleo, I+D+i a medio y largo plazo, posibilidad de optar a mayores ayudas estatales y europeas al incrementar el número de habitantes y convertirse en uno de los polos de desarrollo económico más importantes de la comunidad como generador de crecimiento económico y social para el conjunto de la región.

Lo han puesto sobre la mesa esta semana, con datos económicos e históricos, Javier Suárez Pandiello y Juan Carlos de la Madrid. Optimizar recursos, ampliar servicios y usar los ya existentes de forma más favorable son algunas de las ventajas sobre la mesa.

Informes recientes del Instituto Nacional de Estadística señalan que entre los 8.131 municipios españoles, el 61,5% tiene menos de 1.000 habitantes y casi el 17% tienen menos de 100 residentes. Y esta no es una realidad novedosa del actual régimen local, sino que responde a la tradición de nuestro modelo, lo que ha llevado a hablar del «minimunicipalismo» o «inframunicipalismo» endémico de España y de la excesiva fragmentación del mapa municipal español.

Sin ahondar en quién sería más favorable a una posible fusión o integración en la comarca avilesina, no cabe duda que la potencia de un territorio con 129.088 habitantes, el que resultaría de la suma o integración de las poblaciones de Avilés, Castrillón, Corvera, Gozón, Soto del Barco e Illas en una sola no haría más que avanzar en el sentido que ya plantearon desde Don Benito y Villanueva de la Serena. Sin perder la identidad de cada territorio, pero aunando los valores de todos ellos en uno solo, es probable que un pequeño rediseño de la planta local en nuestra comarca llevaría aparejados ciertos estímulos en lo económico, algún quebradero de cabeza en las obligaciones municipales y un gran impacto en la parte demográfica para fortalecer o mejorar, si cabe, los servicios actuales con una repercusión directa en la permanencia de la población o, al menos, la reducción de la marcha de la vecinos.

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