Fiesta de la inclusión en Noreña

Adepas celebra seis décadas de actividad con el objetivo de prestar un apoyo individualizado a sus 63 usuarios

Los usuarios de Adepas, ayer, celebrando la fiesta del sesenta aniversario de la entidad en Noreña. | L. P.

Los usuarios de Adepas, ayer, celebrando la fiesta del sesenta aniversario de la entidad en Noreña. | L. P.

El Centro Ocupacional Adepas de Noreña nació en el año 1964, a partir de la unión de un grupo de padres que querían un futuro mejor para sus hijos con discapacidad intelectual. Un sueño para dotarles de la mejor educación posible, que se hizo realidad en la Villa Condal gracias a la donación de la familia Rionda. Hoy, 60 años después, las necesidades han cambiado, pero el centro sigue siendo una gran familia con 63 usuarios, de los que diez están la residencia de forma permanente.

Ayer, todos ellos salieron al patio para festejar un cumpleaños redondo, con la satisfacción del deber cumplido y con nuevos retos por delante. Porque, como explican el director del centro, Higinio Uría, y la gerente, Casilda Sabín, "aquí se trabaja día a día para proporcionar a cada persona los apoyos que necesita para que pueda desarrollar la vida que quiera, como hacemos todos". Y ello implica haber pasado en estas seis décadas de un enfoque centrado en la integración laboral y social a "la inclusión, a que sean parte activa de la sociedad". "En la actualidad, prestamos apoyo para todas aquellas acciones que no tengan posibilidad de realizar por sí mismos, desde aseo personal a temas de ocio, empleo o seguridad y salud". Todo ello con una residencia de 16 plazas. "Estamos en contra de que los servicios de mayores sin discapacidad sean lo adecuado para atender a nuestros usuarios", señalan Uría y Sabín. "Lo ideal sería que no hiciéramos falta", concluyen los responsables de Adepas.