Marta Areces, el arte de la "fotografía de segunda mirada, que cuando pasa el tiempo sigue hablando"

La autora expone en Grado su obra, que incluye retratos de algunos moscones populares, como "El Maño", en su muestra "Todavía la Tierra"

Retrato de "El Maño", parte de la obra de Marta Areces incluida en la muestra que expone en Grado. | M. A.

Retrato de "El Maño", parte de la obra de Marta Areces incluida en la muestra que expone en Grado. | M. A.

Ángela Rodríguez

Cuenta Marta Areces (Grado, 1963) que empezó "tarde" en el mundo de la fotografía. Y dada su pasión, su obra y su trasfondo tal parece que la cámara la estaba esperando. Con ella ha viajado y retratado, en las últimas décadas, su entorno más cercano, como los encuentros familiares en la finca de sus padres en La Mata, el trabajo del diseñador Marcos Luengo o los rostros más icónicos del territorio moscón, como el del patriarca gitano "El Maño".

"Cuando era pequeña vivía muy cerca de su familia. Yo era morena, de piel cetrina y recuerdo que los gitanos me dedicaban piropos con cariño. Siempre tuve muy buena sintonía con esa familia", relata Areces. El de "El Maño" es uno de los rostros más conocidos en Grado para los que visitan la exposición "Todavía la Tierra", formada por casi una treintena de instantáneas de la artista, que se muestran en la Casa de Cultura de Grado hasta este domingo 30 de junio.

"Cuando empiezas, no sabes muy bien qué hacer. Un día, hace años, iba caminando por donde vivía la familia del ‘Maño’ y, poco a poco, retomamos la amistad. Pasábamos por su casa... Y recuerdo que el primer reportaje que hice fue en la comunión de su hija", relata Areces, con mucho cariño. El mismo con el que fotografía, siempre de cerca.

"Soy tal vez poco cuidadosa, pero me gusta la naturalidad. No me gusta hacer una foto con zoom, quiero acercarme a la gente y, si después de eso tengo una foto digna, estupendo. La cámara es la forma que yo tengo de acercarme a todo, de vivirlo todo intensamente. Una fotografía, para mí, no tiene que ser bonita, sino auténtica", asegura la artista que esta tarde compartirá su trayectoria con el público en la Casa de Cultura moscona.

La charla que ofrece, titulada "La fotografía como viaje personal", comenzará a las 19.30 horas, en la sala polivalente. Y tratará sobre todo lo tangible e intangible tras la obra de Areces. "Desde 2005, 2006, hacía fotos de mi gente, mis hijas... Tengo, de hecho, una serie, ‘Tras la huella de mis descendencia’, porque creo que a los hijos hay que darles raíces. Grado es mi raíz. Hace mucho, cuando iba a la academia con Ricardo Moreno, empecé a hacer ‘Raíces del Cubia’, pero sentía que necesitaba irme lejos para llegar a lo más cercano. Fue en un viaje a Cuba, en 2009, que me cambió por completo la vida", explica Areces.

La fotógrafa moscona Marta Areces, junto a algunas imágenes de su exposición en la Casa de Cultura. | M. A.

La fotógrafa moscona Marta Areces, junto a algunas imágenes de su exposición en la Casa de Cultura. | M. A. / Ángela Rodríguez

Primero con su familia y luego en su primer viaje fotográfico en soledad, fue, en efecto, el país caribeño el que cambió la óptica. "Siempre digo que hago fotografía de segunda mirada. Que, igual no es tan espectacular de primeras, pero pasa el tiempo y te sigue hablando. Hay fotos que tienen casi veinte años y siguen vivas. Tengo la suerte de que fotografío por pasión y me puedo permitir hacerlo a fuego lento", reconoce la artista.

Sobre "Todavía la Tierra" –la exposición que cuenta, también, con dos libros de autor y ya ha pasado por ciudades como Gijón y Castellón–, habla con especial cariño. "Es alucinante cómo se abre la gente con una cámara en la mano, sobre todo en pueblos y sitios pequeñitos. Me llevaban a su casa, me enseñaban sus fotos familiares... Son increíbles las ganas que tiene la gente de contar", destaca la moscona.

De pronto, con la democratización del blanco y negro, "el tendal con la ropa tendida de mis padres tenía el mismo significado que un tendal en la sierra de Francia". "Después de todo, la inmensa mayoría de las personas compartimos las mismas ansias, de ser escuchados, de que nos quieran...", reflexiona Areces, con calma. Mujeres, mandiles, tabaco, perros, cartas, ovejas, tendales, estampitas y rostros. De aquellos "dueños de la tierra que pisaron y pisaban" a quienes la fotógrafa descubre "como ellos nunca se han visto, para conocerlos como nunca ellos puedan conocerse".

Así resume la autora la esencia de la exposición "Todavía la Tierra", que puede disfrutarse hasta el 30 de junio en el palacio de Miranda Valdecarzana de 10.00 a 20.45 horas (de lunes a viernes) y de 10.00 a 14.00 y de 15.00 a 20.45 horas (sábados y domingos). Además, sus trabajos, incluidas sus series "El Rebollal" y "Raíces del Cubia", y los textos, pueden encontrase en su página web.