La espicha global invade Nava (para poner fin a "los males de la humanidad") con el Festival de la Sidra

La localidad naveta acogió una multitud de personas que recorrieron sus calles a son de gaita y tambor y degustaron la deliciosa bebida a base de manzana

Ríos de sidra y cascadas de felicidad corrieron por Nava durante la jornada del sábado en el XLVII Festival de la Sidra. La localidad naveta, como ya es tradición, acogió una multitud de personas que recorrieron sus calles a son de gaita y tambor y degustaron la deliciosa bebida a base de manzana tan típica de la región.

El del sábado fue un escenario festivo para niños y mayores donde la tónica general fue disfrutar de las tradiciones asturianas presumiendo de "orgullo de pueblo". Así lo indicó José Ornia, el fotógrafo naveto de trayectoria internacional encargado del pregón en esta edición del festival sidrero. "Siempre que tengo ocasión aprovecho para alardear de orígenes. Soy de Asturias y orgulloso, además de la tradición lagarera y sidrera que recojo de familia", ensalzó Ornia. Y fue más allá: "Creo que todos los problemas del mundo se arreglarían si la ONU fuese un llagar, porque esta organización es inútil, todo lo contrario que los llagares, nada une más que un vaso de sidra", proclamó el pregonero naveto, que bromeó con la forma de solucionar los problemas que aquejan al mundo: "Hacer una espicha global pondría fin a los males de la humanidad", remató.

Hubo incluso quienes cruzaron el charco para disfrutar del día y las costumbres de Asturias. Tal es el caso de dos hermanos nacidos en Madrid pero afincados en Tampa, Florida, Estados Unidos, desde hace quince años, que prefieren mantener el anonimato pero portaron orgullosos la capa de la Buena Cofradía de los Siceratores de Asturies.

Sin recorrer tal número de kilómetros, ayer en Nava se podían encontrar a otros muchos "amantes de la tierrina".

"Es la primera vez que asistimos al Festival de la Sidra pero somos asiduos de los viajes a Asturias", explicaron Conchi Lorente y José Manuel Mirás, procedentes de Álava y "muy contentos" por haberse iniciado en la tradición sidrera. "El año que viene volveremos sin duda. Y lo haremos con amigos", puntualizó la pareja. Directamente desde Madrid llegaron Esteban Novillo y Mónica Hernández, acompañados de amigos y familiares. "Conocimos el festival hace años porque un amigo tiene casa en Piloña y desde entonces no hemos dejado de venir", afirmó Hernández. "Nos gustó desde el primer año por que hay muy buen ambiente de fiesta y familiar", añadió Novillo.

Parte de esa conciliación lúdico festiva para todos los públicos corrió a cargo de la Cofradía de los Siceratores de Asturias. Más de dieciocho niños y niñas recibieron un bautismo de sidra dulce en la segunda edición del evento, bajo un riguroso ritual de iniciación en el gusto y promoción de la bebida asturiana por excelencia. "Gracias a las propiedades medicinales de la sidra del duernu, vais a crecer sanos, nobles y fuertes, para que cuando seáis mayores, vuestros padres y los Siceratores puedan seguir viendo cómo plantáis pomares, como compartís culetes y como sostenéis nuestra cultura milenaria", anunció Ricardo del Río, presidente de la cofradía de la sidra, previo paso al bautismo, que consistió en derramar sidra dulce (o sidra del duernu) sobre la mano izquierda de los niños. Con tan solo un mes y medio de edad y más dormido que despierto en los brazos de su madre, recibió por primera vez su poquito de sidra sin alcohol Beltrán Martínez Fernández, el más joven de los aspirantes.

Tampoco faltaron los ojos que siguieran con atención la gran final del concurso a la mejor sidra natural elaborada tanto en el Principado de Asturias como en Nava. En la categoría naveta y entre grandes aplausos del público se alzó ganadora la sidra m.zapatero, mientras que en la categoría regional venció "Sed de pkdo", del llagar JR, procedente del barrio de Cabueñes, en Gijón, con una puntuación de 86 sobre 100. Y así, entre culines y gritos de júbilo la felicidad sidrera inundó Nava y trajo la paz.

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