Visión de futuro

Era un tiempo de crisis de ventas de sidra y un hombre avanzado para su tiempo con visión de futuro, José María Caso Mayor, Pepe Caso, alcalde entonces de Nava, tuvo la feliz idea del Festival.

Para ello, junto con una parte importante de la villa y con los jóvenes de entonces acudiendo a su llamada, se inició un concurso de carteles que tuvo una gran repercusión en prensa y radio, además de contar entre los concursantes con figuras importantes del dibujo y pintura, cuyos originales cuelgan en el Ayuntamiento.

La actitud del pueblo, juntándose en coches, motos y todo tipo de vehículos para colocar y distribuir los carteles por toda Asturias fue algo inédito y copiado por el resto de villas para sus fiestas.

Es por ello que esta figura de Pepe Caso ha sido primordial para el futuro de la sidra y hoy se agranda ante el presente y futuro que le depara a nuestra bebida.

El Festival de la Sidra en Nava se vive de otra manera. No es una fiesta más, los navetos lo llevan en sus genes y lo promocionan con orgullo. Saben que es la "Fiesta de Asturias" y su origen es imposible de olvidar.

En mi infancia, los llagares de Nava eran tan habituales como los bares y, llegada la época de mayar, la villa tenía un olor especial. No era Sevilla pero olía a manzana y su olor nos trasladaba a mediados del verano, principios de julio, donde los amantes de la sidra esperaban con ansiedad la sidra de Nava, que por las características del terreno era más tardía que la de la costa. Decir sidra sin más era mentar a Nava y hoy con el Museo de la Sidra de Asturias en nuestra villa tiene que ser un foco de atracción para asturianos y foráneos.

Todo asturiano tiene que conocer nuestro Museo de la Sidra para entender nuestros orígenes. Hoy más que nunca debemos apoyarlo, porque nuestra cultura pasa por la sidra. Si por fin la Cultura Sidrera es merecedora de que la Unesco la declare Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Asturias saldrá ganando. Qué importante sería para nosotros, para nuestro turismo, para todos... Desde aquí brindo por este nombramiento. Este festival será el hito, el último eslabón de una cadena bien engarzada que nos ayude a conseguirlo.

¡Viva el Festival de la Sidra!

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