Detrás del suicidio de un niño late una tragedia evitable, advierten los expertos

"Al final te sientes una carga para los tuyos; el entorno social no ayuda", asegura la joven Elena Rodríguez-Vigil, paciente de salud mental

Por la izquierda, Daniel Rodríguez, Elena Rodríguez-Vigil, Elisa Seijo y Julio Bobes.

Por la izquierda, Daniel Rodríguez, Elena Rodríguez-Vigil, Elisa Seijo y Julio Bobes. / Fernando Rodríguez

María José Iglesias

María José Iglesias

Los suicidios se disparan entre niños y adolescentes; las consultas están colapsadas y a los pacientes les cuesta trabajo encontrar apoyo en un ambiente social que aún estigmatiza la enfermedad mental y más cuando la padece una persona joven. Detrás del suicidio de un niño late una tragedia evitable con prevención y atención.

Así pueden resumirse las conclusiones del coloquio sobre los retos de la salud mental de los jóvenes, protagonizado ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA por la joven paciente Elena Rodríguez-Vigil; el catedrático de Psiquiatría Julio Bobes; Elisa Seijo Zazo, especialista en Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia, y Daniel Rodríguez, presidente de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Asturias (Afesa), que preconiza el modelo de atención comunitaria que sitúa en el centro a las personas.

"En la adolescencia fue cuando estuve peor; tuve la suerte de tener siempre muy buena atención médica, pero me faltaba un entorno social de apoyo", aseguró Elena Rodríguez-Vigil, que desempeña la figura del "paciente experto", definido como aquel que a través de la dureza de su experiencia sirve de ayuda a otros.

"Las personas con estos problemas dejaríamos de sentirnos tan solas y de experimentar tanta vergüenza si la actitud social fuese diferente. Al final te sientes una carga para los tuyos y es muy difícil no poder adaptarte. Todo eso influye mucho en que tantas personas no puedan mas y tomen una decisión drástica", señaló la joven, que tenía veinte años cuando le diagnosticaron por primera vez un trastorno límite de la personalidad (TLP).

Contó que de niña sufría acoso escolar en el colegio, uno de los problemas frecuentes que afectan a gran cantidad de menores. "Me llamaban loca todo el rato y ese sufrimiento psicológico fue derivando a un dolor físico y a sentir mucha ansiedad", relató Elena Rodríguez-Vigil, que reivindicó inserción laboral al paciente mental: "Somos tan válidos como los demás, merecemos una atención médica de calidad y que la Administración asturiana nos tenga en cuenta en el sistema asistencial", recalcó. "El futuro de nuestras vidas no puede recaer exclusivamente en nuestros familiares, todo eso provoca un desgaste devastador", añadió.

Julio Bobes hizo hincapié tanto en las necesidades de prevenir como de planificar las estrategias de salud mental. "No se puede improvisar con estas cuestiones. Detrás de cada caso está un niño, un joven que ve truncada su vida", aseguró. Bobes, que además de ejercer la medicina clínica como jefe de Psiquiatría del HUCA, ha realizado una amplia labor investigadora, llamó la atención sobre la figura del paciente experto, "que asegura un entorno seguro para que los jóvenes compartan sus experiencias y preocupaciones".

"Hasta los 12 años, los niños viven una primera etapa de desarrollo cognitivo y emocional en progreso, con gran influencia en el entorno escolar y familiar; el cerebro también es más moldeable", argumentó la psiquiatra Seijo, que introdujo en el debate el constante acoso cibernético al que vive sometida la población más joven. "Antes llegaban las vacaciones y podían desconectar del colegio, cambiaban de registro; ahora no", resaltó.

El resultado es un mundo en el que casi un 14% de niños y jóvenes padecen trastornos mentales que inician alrededor de los 14 años. "Necesitamos más medios y un compromiso político para atajar esta situación de una vez por todas", reclamó.

Daniel Rodríguez destacó que a Afesa cada vez llegan más jóvenes, "muchos de ellos aún adolescentes y preadolescentes que nos hablan de lo solos que se sienten. Nos preocupa la alta tasa de suicidios. No hay salud sin salud mental", recalcó el presidente de Afesa.