La Agrupación Vecinal de Mieres reclama al Principado y a la Universidad de Oviedo un proyecto "ilusionante e innovador" que "llene el vacío" que ha dejado el Centro Europeo de Soft Computing. El centro de investigación de lógica difusa tuvo que cerrar hace un lustro, por falta de financiación, y sus investigadores siguen cosechando éxitos fuera de la región.

"Nosotros ya habíamos dicho que dejar que este centro se cerrara era un error", afirmó Arsenio Díaz Marentes, presidente de la Agrupación Vecinal. Llegaron, incluso, a reunirse con responsables de la Universidad de Oviedo: "Tenemos un campus con unas instalaciones inmejorables, hay que darles contenido". Y el mejor que se le puede dar, añadió Díaz Marentes, es "un proyecto relacionado con la investigación".

Arsenio Díaz Marentes defiende que, cuando pase la actual crisis sanitaria por el coronavirus, "cambiarán muchas cosas". Y una de ellas, espera, es que "nos demos cuenta de una vez del lugar que debe ocupar la investigación". "Esperamos que haya alguna propuesta de la Universidad, en colaboración con el Principado, y exigiremos que el lugar para su implantación sea el espacio que en su día ocupó el centro de soft computing". "Son instalaciones que llevan ya cinco años desaprovechadas", añadió.

El proyecto "buque insignia" del Centro de Soft Computing, un programa para la reconstrucción de rostros a través de cráneos, ha seguido mejorando en la Universidad de Granada. El proyecto, liderado por Sergio Damas, ha logrado reunir al resto de investigadores que estaban en Mieres salvo una persona que decidió permanecer en la región por motivos personales.