La Policía Nacional sigue estrechando el cerco sobre el tráfico de drogas en Mieres. Agentes de la Comisaría desarticularon la pasada semana un punto de venta de cocaína ubicado en el barrio de San Pedro. La operación acabó con la detección de un matrimonio de origen dominicano que se dedicada a la venta de esta sustancia. Se trata del noveno entramado vinculado al narcotráfico que se desmantela en la ciudad a lo largo del último año.
El nuevo golpe contra el tráfico de droga culminó a principios de la pasada semana. Una unidad especializada de la Policía Nacional irrumpió en el piso en el que reside el matrimonio detenido con sus hijos menores de edad. Se utilizó la unidad de canina de detección de drogas. Tras lograr la pertinente orden judicial de registro, los agentes irrumpieron en la vivienda y, tras una intensa búsqueda, encontraron escondidos en una habitación cerca de 40 gramos de cocaína listos para la venta.
El movimiento vecinal sospechaba desde hacía algún tiempo que el matrimonio detenido se dedicaba a la venta de droga. Los portavoces de la comunidad destacan la eficaz actuación policial, avalada por el Juzgado de Mieres. "Esta gente actúa en colaboración con otros familiares y amigos y al final terminan siendo una mafia", apuntaron ayer dirigentes vecinales.
Esta actuación llega apenas un mes después de que la Policía Nacional detuviera a otras cuatro personas tras ser sometido todo el grupo previamente a una intensa vigilancia que se prolongó durante meses. El estado de alarma y el consecuente confinamiento de la población no retuvo a esta banda a la hora de seguir con sus prácticas ilegales. Con la población en sus casas debido a la cuarentena sanitaria, el grupo siguió moviéndose por el concejo para distribuir tanto heroína como cocaína. El centro de operaciones era un piso situado en la calle Avenida Méjico, muy cerca del punto de venta desarticulado la pasada semana.
El trabajo de la Policía Nacional en Mieres en lo relativo a la lucha contra el tráfico de droga lleva tiempo recibiendo elogios tanto del Ayuntamiento como también del movimiento vecinal. Han sido un total de nueve los puntos de ventas desarticulados en apenas un año. Dos de ellos estaban en La Peña, otro en las inmediaciones del Consistorio y otros tres en el entorno de la Avenida de México. El resto eran principalmente traficantes itinerantes.
