Los valles mineros apuestan por las rutas guiadas por el verano

Los ayuntamientos proponen diversos programas para dar a conocer sus territorios

Andrés Velasco

Andrés Velasco

“Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar”, rezaban los versos de Antonio Machado. Una máxima aplicada por los ayuntamientos de los valles mineros para darse a conocer. Y es que los propios consistorios, bien de forma individual, o bien conjuntamente como es el caso de la Mancomunidad Valle del Nalón, han apostado por programas de rutas guiadas para este verano. Unas actividades que tienen varios objetivos: promover el turismo saludable, dar a conocer la riqueza natural y patrimonial de los territorios, y captar visitantes.

Entre los programas más ambiciosos se encuentra “Valle Ando”, programado por la Mancomunidad Valle del Nalón. Un plan en el que se han diseñado seis rutas, que se van repitiendo a lo largo del verano: una en cada municipio de la comarca, y otra, una última que engloba paradas en los cinco concejos. La próxima ruta en llevarse a cabo será el próximo sábado, 14 de agosto, y tendrá como protagonista el distrito langreano de Sama. Se recorrerá el distrito en un itinerario de tres horas en el que se irá explicando la riqueza cultural de uno de los núcleos más importantes del valle.

En Laviana también han apostado por un programa similar. En este caso, bajo el epígrafe “Caminando por Laviana”, también se han diseñado itinerarios cíclicos, que se irán repitiendo periódicamente hasta el mes de diciembre. Las rutas son guiadas y gratuitas, y tratan desde el paso de los peregrinos del Camino por Laviana hasta el pasado minero hasta la riqueza cultural, natural y minera del municipio. Aunque este fin de semana no hay ruta, los itinerarios se recuperarán el domingo, día 22 de agosto, con la llamada “De la industria rústica al desarrollo minero”.

Mieres también se ha sumado este año a la fiebre de la zapatilla. Así, ofrece 17 rutas culturales con una gran variedad de temáticas: desde itinerarios que dan a conocer tanto el patrimonio industrial como el natural de Mieres hasta rutas gastronómicas o itinerarios que hablan del contexto histórico-social o incluso de su historial criminal.