Guerra del agua en Langreo: los empresarios alertan de un "interés oscuro" para que el concejo tenga que depender de Cadasa

Temen que el concejo pierda su "autonomía" en el suministro y pase a depender de Cadasa | Los vecinos también rechazan la rebaja de caudal

Instalaciones de la planta potabilizadora de Entralgo. | Fernando Rodríguez

Instalaciones de la planta potabilizadora de Entralgo. | Fernando Rodríguez / Miguel Á. Gutiérrez

Miguel Á. Gutiérrez

El llamamiento realizado por el alcalde, Roberto García, para crear un frente común para defender la "concesión histórica de agua" de Langreo encontró ayer respaldo en los colectivos vecinales y empresariales del concejo. Tanto unos como otros mostraron su rechazo al procedimiento iniciado por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para reducir más de un 75% el caudal del que disfruta el concejo en su captación de agua en el río Nalón a la altura de Curuxera, en Laviana. Esta concesión, de 1956 y usada para abastecimiento de población e industrias, fija un uso de 1.000 litros por segundo, que la Confederación quiere limitar a 240. El Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa) ha alegado para reducir aún más ese caudal. Los empresarios ven "un interés oscuro de meternos en Cadasa y que Langreo pierda su independencia" en el suministro.

El regidor langreano alertó el pasado martes de que la decisión de la Confederación supone "cercenar" el posible crecimiento de población de Langreo y su "expansión industrial" ante la llegada de proyectos como la planta de paneles solares o la lavandería industrial. "La industria es una gran consumidora de agua; apoyo sin fisuras la postura municipal", señaló Javier Fernández, presidente de la Junta de Hostelería de Langreo y vicepresidente de la Cámara de Comercio de Gijón. Y añadió "Intuyo que hay una estrategia diseñada para que nos metamos en Cadasa y así perder nuestra independencia de un bien tan preciado como es el agua". El abastecimiento en Langreo se realiza actualmente a través de una empresa mixta participada por el Ayuntamiento y que se nutre de las captaciones de Curuxera y El Raigosu.

Fernández expuso que en Langreo "hoy tenemos agua propia y no dependemos de nadie. La idea parece que sea meternos en Cadasa y que después pasemos por el aro. Mi oposición es total porque el sector empresarial se vería muy perjudicado. El agua es un bien cada vez más preciado y más escaso y pasar a tener dependencia es una pérdida de autonomía brutal. Pasaríamos a estar a las órdenes y a las tarifas que establezca el Consorcio de Aguas".

David García, presidente de la Asociación de Vecinos de Langreo Centro, manifestó por su parte: "Nos oponemos a todo lo que sea perjudicial para el interés de los ciudadanos y lo vamos a combatir de la misma forma que combatimos en 2006 la privatización del agua". El representante vecinal también mostró su "sorpresa" ante el anuncio del equipo de gobierno. "Deben convocar a la ciudadanía, a asociaciones, partidos políticos y sindicatos a una reunión en la que nos trasladen esa información", afirmó.

Alegaciones

En su anuncio de que presentará alegaciones al procedimiento, el nuevo gobierno local de IU criticó la "voracidad" de Cadasa: "Como beneficiaria final de la reducción de la concesión de agua a Langreo, pretende que Confederación cierre el grifo a Langreo para que tanto San Martín del Rey Aurelio como nuestro concejo, por su crecimiento futuro, se vean obligados a adquirirle agua". También censuró la postura del anterior ejecutivo local del PSOE, que aceptó el recorte de caudal "sin ponerlo en conocimiento de la oposición".

La Asociación de Vecinos de Langreo Centro pide "claridad y transparencia" sobre ese posicionamiento del anterior gobierno local y que "se depuren las responsabilidades hasta las últimas consecuencias. Esperamos que se acuda, si hay fundamento para hacerlo, a la justicia y que el juez diga quién está o no implicado. De lo contrario, esto se va a quedar en una mera pataleta. El PSOE tendrá que explicar si es cierto o no lo que se está diciendo y por qué tomaron esa decisión", concluyó David García.

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