La cocina de las "s" se enseña en Moreda: "Saludable, sostenible, sabrosa y sencilla"

La guisandera Sara López aconseja a los futuros chefs usar productos locales y pensar de antemano "qué vamos a hacer con las sobras"

Sara López, a la izquierda, dirigiéndose a los asistentes a la jornada por el Día Mundial de la Gastronomía Sostenible, en el IES Valle de Aller. | D. O.

Sara López, a la izquierda, dirigiéndose a los asistentes a la jornada por el Día Mundial de la Gastronomía Sostenible, en el IES Valle de Aller. | D. O.

David Orihuela

David Orihuela

El IES Valle de Aller, en Moreda, se unió este martes a la celebración del Día Mundial de la Gastronomía Sostenible, y ya que el instituto cuenta con estudios de cocina, hubo teoría pero también práctica. Sara López, profesora del centro e integrante del Club de Guisanderas de Asturias, explicó cómo debe ser el menú de la gastronomía del futuro, con una cocina "con tres ‘s’", una cocina que sea "saludable, sostenible y sabrosa". La cocinera reconoció que tal vez habría que añadir una cuarta cualidad, que el menú sea "sencillo"

De todos modos, lo que está claro, como defendió Sara López, también propietaria del catering Flor de Cerezo (del restaurante Casa Telva), es que antes de poner las manos en la masa hay que pensar. "Hay que pararse a pensar antes de hacer la compra", insistió. Se debe tener muy claro lo que se necesita y desde luego, "comprar producto fresco". La guisandera defendió la cocina de "kilómetro cero", es decir, "al comprar el producto es mejor cuanto más cercano sea porque habrá madurado en la huerta o en la planta, habrá recorrido menos kilómetros en un camión y habrá estado menos tiempo en una cámara frigorífica".

Teniendo claro qué se va a cocinar y dónde se debe comprar el producto, queda otra parte: "Pensar qué se va a hacer con las sobras para aprovechar cada producto todo lo que podamos". Un ejemplo, Sara López cocinó ayer una tarta de calabaza y utilizó la pulpa y las pepitas para distintas elaboraciones. "Si hacemos una ensalada y nos sobra media cebolla, en vez dejarla en la nevera hasta que se pudra y luego tirarla, podemos hacer encurtidos, que se conservan muy bien, no necesitan frigorífico y son muy saludables".

Pero antes que tener que aprovechar restos, lo mejor es lograr minimizar las sobras y para eso, repitió una y otra vez la guisandera, la necesidad de "pensar antes de ir a comprar" y hacerlo en el lugar adecuado porque "el sistema nos quiere engañar". "No podemos dejarnos engañar para que compremos raciones individuales ya elaboradas de cualquier comida, porque al final siempre sale más caro", explicó Sara López. Lo mismo ocurre con los embalajes. "Todos esos embalajes individuales son imposibles de reutilizar o de reciclar". En vez de comprar una malla con cuatro pimientos, es mucho más rentable, sostenible y saludable, comprar uno en la frutería del barrio.

La cocinera explicó luego que ha notado algún cambio desde la pandemia del covid, aunque no siempre ha sido para mejor. No lo tiene del todo claro. Sí ha visto cómo en la zona rural o en localidades pequeñas ha aumentado ese consumo más cercano, responsable y de kilómetro cero, "yo misma me pasé la pandemia entre flores y huerta", afirmó. Pero "en las ciudades no está tan claro, porque la pandemia también propició el uso del envase individual plastificado", explicó.

Para los alumnos y otros asistentes de la jornada de este martes en el instituto de Moreda quedó bien claro que hay que pararse a pensar antes de encender los fogones. A decir de Sara López, los estudiantes "cada vez son más conscientes" de los valores que ella y otro docentes añaden a los guisos en las clases de cocina de Aller.

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