Aller, más cerca de la Luna: el proyecto para el pozo Santiago va tomando forma

La Universidad de Oviedo ha comenzado los estudios previos que definirán las investigaciones que se instalarían en las galerías de la mina allerana

El pozo Santiago de Hunosa, visto desde Caborana. | A. Velasco

El pozo Santiago de Hunosa, visto desde Caborana. | A. Velasco

Andrés Velasco

Andrés Velasco

"Un proyecto pionero para poner a Asturias en la vanguardia de la investigación aerospacial". Con esa frase anunciaban hace casi cinco meses el Consejero de Ciencia, Borja Sánchez, y el entonces recién llegado presidente de Hunosa, Enrique Fernández, la puesta en marcha de una iniciativa para instalar un laboratorio que estudiase las condiciones de vida en la luna en el pozo Santiago, en Aller. Un proyecto que hoy está más cerca de hacerse realidad, ya que según ha podido saber este diario, la Universidad de Oviedo, la tercera pata en discordia para desarrollar el plan, ya ha comenzado los estudios previos que definirán que investigaciones se llevarán a cabo en las galerías de la mina allerana.

Durante la presentación de la propuesta, el pasado 6 de febrero, Borja Sánchez hablaba de una actuación singular: "un laboratorio de I+D en las antiguas galerías". "Se trata de una línea de investigación disruptiva relacionada con la industria espacial y que va a estar centrada en la habitabilidad de la Luna", explicaba el Consejero, que agregaba que en este ámbito "están despuntando proyectos en EE UU y Europa, y en el que, más concretamente, existe una misión internacional, ‘Artemis’, que cuenta con más de 90.000 millones de dólares de presupuesto y que plantea la búsqueda de las tecnologías necesarias no solo para que la humanidad vuelva a la Luna, sino para que allí se asiente una población estable".

Y bajo esa prisma es bajo el que se asienta la puesta en marcha de este laboratorio lunar en Aller. Desde la Consejería de Ciencia están satisfechos con como se va desarrollando el proyecto, ya que pese a que suelen ser inicitivas que cuesta sacar adelante, en este caso los plazos van cumpliéndose. Y es ahora la Universidad de Oviedo la que está poniendo su parte del trabajo, la realización de estudios previos, que servirán para definir desde los espacios de la mina a utilizar hasta el equipamiento o las líneas de investigación por la que se apuesta. Y es que tal y como explicaba en febrero el propio Consejero de Ciencia "sobre la habitabilidad de la Luna está todo por hacer: cómo se genera el oxígeno, el agua...cómo se obtiene la energía o como se cultivan los alimentos".

La elección de un pozo minero, en este caso el allerano de Santiago, que fue el último en cesar su actividad extractiva junto al lavianés de Carrio el 31 de diciembre de 2018, no es al azar. El aislamiento bajo tierra así como los diversos factores que permiten mantener con cierta facilidad unas determinadas condiciones bajo tierra son esenciales para poder abordar un proyecto que permita recrear algunos aspectos a los que se enfrentarías los hipotéticos colonos del satélite terrestre.

El estudio que lleva a cabo la Universidad de Oviedo para definir que investigaciones se llevarán a cabo está financiado con fondos de la agencia Sekuens. La idea es que los resultados estén a finales de este año, algo que parece probable al ritmo que se están acometiendo los trabajos y que desde el Gobierno regional se considera positivo. De esta forma, de cara al próximo ejercicio 2025, se podría consignar ya financiación para la construcción del laboratorio lunar en Santiago.

Nube asturiana

El pozo Santiago, o su siamés San Jorge (son el mismo pozo con dos entradas diferenciadas) no solo espera la llegada de un laboratorio lunar, sino que también tiene otros proyectos en cartera para aprovechar área Aller. El más avanzado es el del centro de supercomputación, también llamada la nube asturiana, para cuyo desarrollo Hunosa ya ha cedido las instalaciones del pozo minero.

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