Los pozos Carrio, Santiago y San Jorge reciben varios millones para su innovadora reconversión: estos son los detalles

El proyecto agroalimentario de Laviana recibe 2,7 millones, mientras que el almacén de datos y el laboratorio "lunar" de Aller se reparten 6

Representantes políticos y empresariales, en el pozo Carrio, donde se ubicará el proyecto «Agrocarrio». | A. V.

Representantes políticos y empresariales, en el pozo Carrio, donde se ubicará el proyecto «Agrocarrio». | A. V.

La nueva reconversión que contempla la transformación de antiguas explotaciones mineras en centros de innovación informática e industrial ha comenzado a tomar forma con una inversión que roza los 9 millones. En estos momentos son tres las minas que afrontan una nueva vida: Carrio, en Laviana, y San Jorge y Santiago, en Aller.

El comité de seguimiento del Fondo de Transición Justa (FTJ) acaba de visitar el proyecto de reacondicionamiento del pozo Carrio para albergar un polo de innovación dedicada a la industria agroalimentaria, proyecto bautizado como Agrocarrio. La actuación se sitúa en el concejo de Laviana, "uno de los municipios de especial atención que se establecen en los protocolos de actuación de los convenios de transición justa de Asturias", destacan los responsables del programa. La inversión asciende a los 2,7 millones, de los que el 70 por ciento será cofinanciado por el FTJ, hasta un total de 1,89 millones.

Durante la citada visita, el comité también se ha interesado por los dos proyectos que se desarrollarán en Aller. El primero de ellos consiste en el acondicionamiento del pozo San Jorge para albergar un polo de innovación dedicado al almacenamiento, valorización y ciberseguridad de datos. El proyecto conlleva una inversión de 3 millones de euros, con una cofinanciación del FTJ de 2,1 millones, un 70 por ciento del total. El segundo proyecto se desarrollará en el mismo complejo, en el pozo Santiago, hermano de San Jorge. En este caso la instalación albergará un polo de innovación que recreará un entorno ambiental singular para la implantación de líneas de investigación enfocadas al espacio. La operación, tiene prevista una inversión de 3,06 millones de euros, de los que 2,14 millones serán cofinanciados por el FTJ.

"Un proyecto pionero para poner a Asturias en la vanguardia de la investigación aerospacial". Con esa frase anunciaban hace casi cinco meses el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, y el entonces recién llegado presidente de Hunosa, Enrique Fernández, la puesta en marcha de una iniciativa para instalar un laboratorio que estudiase las condiciones de vida en la luna en el pozo Santiago. La elección de un pozo minero, en este caso Santiago, que fue el último en cesar su actividad extractiva junto a Carrio el 31 de diciembre de 2018, no es al azar. El aislamiento bajo tierra, así como los diversos factores que permiten mantener con cierta facilidad unas determinadas condiciones, son esenciales para poder abordar un proyecto que permita recrear algunos aspectos a los que se enfrentarían los hipotéticos colonos del satélite terrestre.

El pozo Santiago y su siamés San Jorge (son el mismo pozo con dos entradas diferenciadas) no solo esperan la llegada de un laboratorio lunar. El más avanzado es el citado centro de supercomputación, también llamada la nube asturiana, para cuyo desarrollo Hunosa ya ha cedido las instalaciones del pozo minero. Conjuntamente sumarán una inversión de 6 millones, a los que hay que sumar los 2,7 destinados a Carrio.

Comité de seguimiento

El comité de seguimiento que acaba de poner cifras a las actuaciones en Laviana y Aller ha contado con la participación de la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Gobierno de Asturias, Nieves Roqueñí Gutiérrez, así como miembros de la dirección general de Fondos Europeos, por parte del Ministerio de Hacienda, y con miembros de la comisión europea.

El Fondo de Transición Justa prevé una ayuda de 868,7 millones de euros en el periodo 2021-2027, distribuidos en diferentes comunidades y provincias: Asturias, La Coruña, León, Palencia, Teruel, Cádiz, Córdoba y Almería, así como en la localidad de Alcudia (Mallorca). Entre las actuaciones comunes destacan la transformación ecológica de la industria, la movilidad sostenible, la cadena de valor de las energías renovables, el almacenamiento energético, el hidrógeno renovable y el impulso a pymes y a proyectos tractores para la diversificación económica de los territorios. También destaca el fomento de la I+D+i, la transformación digital, la rehabilitación ambiental y del patrimonio relacionado con la minería y la industria, así como el impulso de infraestructuras sociales.

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