La Villa reclama un plan de rehabilitación para salvar sus últimas casas centenarias

Los vecinos de la zona norte de Mieres también reclaman más limpieza en las plazas y control del horario del ocio nocturno

Portavoces vecinales, junto al edificio de La Campa. | D. M.

Portavoces vecinales, junto al edificio de La Campa. | D. M.

Los vecinos de la zona norte del casco urbano de Mieres reclaman al Ayuntamiento un plan especial que permita salvar las ya muy escasas casas centenarias que aún se mantienen en pie –la mayoría abandonadas– en el barrio de La Villa. En el transcurso de una asamblea vecinal, los portavoces de comunidad acordaron trasladar al gobierno local una petición para que el Consistorio impulse un programa de actuación en el fundacional barrio, que en los últimos años ha sido escenario del derribo de hasta una decena de construcciones en ruinas. "Lo que solicitamos es que se estudie qué medidas se pueden adoptar para favorecer el mantenimiento de lo que aún queda en pie, como por ejemplo subvencionar las reformas", apuntan los portavoces de la asociación Covadonga- La Villa.

Durante la asamblea vecinal celebrada en el instituto Bernaldo de Quirós los vecinos analizaron los principales problemas que afectan a la zona norte de la ciudad. Pedirán al Ayuntamiento una mejora en zonas urbanas como la Plaza del Ajedrez o La Paraxuela. "Se trata de espacios que acumulan mucha suciedad y que presentan mobiliario deteriorado", señalan los responsables de la asociación local. También se demanda más vigilancia sobre el cumplimiento del horario nocturno de un local de copas ubicado en el ámbito de la calle Covadonga.

Pero lo que más preocupan a los vecinos es el sostenimiento de las casas de La Villa más antiguas. "Apoyamos los derribos que se han hecho en aquellos casos en que el estado de ruina era ya insalvable, pero hay que tener en cuenta que con cada una de estas demoliciones perdemos parte de nuestra conexión con la historia de Mieres", apuntan los vecinos. La sociedad civil aboga por un plan de rehabilitación que permita salvar los ya poco inmuebles centenarios que quedan en pie en La Villa. La moratoria urbanística en que Mieres lleva estancada desde principios de siglo ha tenido graves consecuencias en los dos barrios históricos que han mantenido una conexión con los tiempos fundacionales de la ciudad. Tanto La Villa como Requejo han sufrido un deterioro inmobiliario que los vecinos llevan años denunciando. Ante la imposibilidad de salvar ciertos edificios, algunos centenarios y en avanzado estado de ruinas, el Ayuntamiento, al menos, se está mostrando activo a la hora de derribar las construcciones que amenazan con venirse abajo. En los que va de año se han demolido cinco casas en La Villa y otra en Requejo. Además, se ha llegado a un acuerdo con un propietario de este último barrio para que asumiera una actuación de este tipo por iniciativa propia, lo que eleva a siete las viviendas que se han convertido en solares.

En La Villa se han demolido en los últimos años una decena de viviendas, casi siempre asumiendo el Ayuntamiento la actuación tras recibir autorización judicial. Las últimas cinco intervenciones, incluida la que se acaba de abordar, forman parte del mismo paquete de actuaciones.

La administración local ha destinado una inversión de más de 100.000 euros para evitar que esos edificios en el corazón del barrio pudieran venirse abajo y causar alguna desgracia.

En este marco de ruptura con el pasado, los vecinos quieren salvar lo poco que queda en buen estado. Un ejemplo es el pequeño edificio conocido como La Campa. Sobre la puerta de lo que en su origen fue un popular mesón se puede apreciar un viejo rótulo que data el origen de la construcción en 1876. El inmueble está próximo a cumplir los 150 años. En los laterales lucen varios carteles también ilustrativos que han sido mucho más recientemente colocados por la asociación de vecinos del barrio. Ante el avanzado estado de deterioro de la edificación, piden que las administraciones públicas procedan a su rehabilitación: "Ya no quedan construcciones en pie en Mieres con tanta historia y la sociedad que da la espalda a su pasado se empobrece", señalan José Antonio Rubio y Manuel Prado, portavoces de la comunidad.

Suscríbete para seguir leyendo