Los vecinos de El Puente estallan: "El barrio es un gueto por el soterramiento"

Los habitantes de la zona de Langreo más afectada por las obras de la vía férrea denuncian quince años de molestias y abandono

Julio Fueyo, en una de las caleyas del barrio de El Puente, en Langreo. | D. O.

Julio Fueyo, en una de las caleyas del barrio de El Puente, en Langreo. | D. O.

David Orihuela

David Orihuela

La palabra que más pronuncia Julio Fueyo, alcalde de barrio y presidente de la Asociación de Vecinos San Lorenzo, del barrio langreano de El Puente, es "desesperados". Así define su estado de ánimo y el de sus convecinos. Están hartos. Las obras del soterramiento de las vías de Feve a su paso por Langreo han afectado de manera decisiva en este enclave: "Lo han convertido en un gueto", acusa Fueyo. Los trabajos comenzaron hace 15 años y desde entonces sus viviendas han quedado aisladas por la trinchera ferroviaria.

Les prometieron un Plan Especial de Reforma Integral (PERI), –"¿Qué PERI ni qué pera?", dice Fueyo–, y lo único que han visto es que han sido "los grandes perjudicados de una obra de nunca acabar". Sus casas sufrieron daños por los trabajos, pero "lo peor es el abandono". Un paseo por el barrio da para poner en imágenes lo que denuncia Fueyo: los baches en las calles son de un tamaño considerable; las máquinas desbrozadoras hace tiempo que no se dejan ver por allí; el servicio de limpieza viaria tampoco parece que se esfuerce mucho en la zona... "No queremos grandes inversiones, queremos que limpien las calles, las cunetas, que tapen los baches y que pase de vez en cuando la Policía", explica el representante vecinal.

Promesas

Las administraciones, salvo las promesas durante las campañas electorales, echan balones fuera. "Cuando reclamamos que reparen la carretera nos dicen que es cosa de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), y también que no van a invertir en arreglarlo hasta que acaben las obras, que todo será para el año que viene, y así llevamos 15 años".

Fueyo no abandona el barrio por orgullo, pero asegura que ya no puede más. El aislamiento por las obras y el abandono de las administraciones ha provocado "que el barrio se convierta en un gueto". Los vecinos denuncian la "okupación" de muchas viviendas. Pero no es tanto que alguien entre en un edificio abandonado como todo lo que viene detrás. "El barrio se ha convertido en el principal punto de venta de droga de todo Langreo y aquí la Policía no aparece nunca", asegura Fueyo, que afirma que "por la noche no se puede andar por la calle no podemos salir de nuestras casas".

Las casas de El Puente se caen mientras al otro lado de la vía, Langreo se presenta como "un lugar en el que vivir y en el que trabajar". Es el mantra político de los últimos años. Fueyo está decepcionado con el actual gobierno de IU. Antes lo estuvo con el del PSOE. Son, asegura, tres lustros padeciendo las consecuencias de las obras del soterramiento, y cada vez que escucha a alguien decir que Langreo lleva 15 años sufriendo le hierve la sangre: "Los que sufrimos somos los vecinos de El Puente".

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