Opinión

El Alcade más querido

Aníbal Vázquez gobernó desde el sentido común

Aníbal entregó lo mejor de sí mismo a este concejo, dedicó todo su talento y su capacidad de trabajo. No escatimó ni tiempo ni energías. Sacrificó muchas cosas, entre ellas tiempo con Belén, David y Susana, y sus nietos, Daniela y Joel, de los que tan inmensamente orgulloso se sentía; y lo sacrificó para conseguir que Mieres saliera adelante y tuviera futuro. Y lo hizo hasta su último aliento. Con una generosidad que nunca tuvo límites.

Hoy este municipio entrega una parte de su corazón verde, uno de sus espacios más bonitos y con más futuro, a la memoria de Aníbal Vázquez, el alcalde más querido de Mieres, el más respetado de Asturias y uno de los mejores de toda España.

Y lo hacemos por petición popular porque así lo reclamó, de forma atronadora, la ciudadanía de este concejo a los pocos días de su fallecimiento. Porque así lo propusieron decenas de asociaciones y colectivos, empezando por la Asociación Santa Bárbara, de la que Aníbal fue su primer presidente y alma máter.

Sabéis que, como alcalde, Aníbal prohibió las inauguraciones. Las obras se hacen para que las disfrute el pueblo, que es lo importante; nos decía siempre. Por eso hemos querido que este acto sea lo más sencillo posible.

Quiero agradecer la presencia de la ministra de Juventud, del coordinador federal de Izquierda Unida y del Presidente del Principado, que no han dudado en estar hoy aquí; y también, quiero dar las gracias a las decenas de representantes institucionales, alcaldes y alcaldesas, concejalas y concejales de toda Asturias. Y de todos los colores políticos. Y sobre todo, gracias a la ciudadanía de Mieres y a todas las personas de otros concejos que nos acompañáis hoy. Gracias de verdad, porque no hay mejor homenaje a Aníbal que ver tanta gente buena hoy aquí.

Aníbal siempre quiso gobernar desde el sentido común, aunque era el menos común de los sentidos, como siempre lamentaba. Quiso gobernar con humildad y ejemplaridad. Y esos serán siempre nuestros puntos cardinales.

Aníbal trabajó sin descanso para que Mieres tuviera futuro, y esa será nuestra obsesión cada día. Aníbal estaba orgulloso de este municipio que ofrece calidad de vida y seguridad, en el que una niña o un niño podía empezar a la escuela con cero años y obtener un grado universitario sin salir del concejo. En el que hay un magnífico hospital y varios centros de salud, un concejo con talento en el que estudiantes brillantes llegan muy lejos y empresas consiguen romper fronteras exportando innovación y calidad.

Aníbal siempre nos decía que había que mirar al futuro sin miedo y con ambición. No es fácil hacerlo porque nos dejó con el corazón roto y huérfanos, pero tengo una cosa clara: las mujeres y los hombres que forman el gobierno de Mieres vamos a dejarnos la piel para hacer realidad los proyectos por los que Aníbal tanto luchó.

Para que el Campus Universitario sea una fábrica de conocimiento, para hacer realidad el Centro de Innovación de Materias Primas y Minería Verde y que seamos también locomotora de las energías renovables.

Trabajó para construir vivienda de calidad y así poder atraer población, jóvenes y familias; para captar inversiones empresariales y crear empleo. Se empeñó en apostar por la regeneración urbana y la rehabilitación, para inyectar futuro y calidad de vida a nuestros barrios y pueblos. Se arremangó para transformar el patrimonio industrial, para que el pasado fuera protagonista de nuestro futuro. Quiso convertir cultura en seña de identidad de Mieres y apostar por la justicia social, para no dejar a nadie en el camino y estar al lado de las familias que peor lo pasan.

Estas eran las prioridades de Aníbal. Y estas serán las obsesiones de su gobierno. Es la mejor forma que tenemos que homenajearlo. Se lo ganó a pulso.

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