Gijón, Ángel CABRANES

Es el equipo revelación de la Tercera División asturiana y uno de sus secretos está en su banquillo. Pablo Lago (Vegadeo, 30-8-74) ha ido aglutinando las ideas de los técnicos que le dirigieron como futbolista profesional para elaborar su propia fórmula. El ex jugador de Sporting y Oviedo colgó las botas hace dos temporadas y ahora dirige al Luarca, al que ha conseguido aupar al quinto puesto tras 14 jornadas disputadas. Ha compartido vestuario con entrenadores como Luis Aragonés, Héctor Cúper, Fernando Vázquez, Sergio Kresic o Manuel Preciado, de quienes destaca su gran capacidad para gestionar las plantillas. Entre todos ellos, subraya un nombre propio. «Con Marcelino García Toral aprendí lo más difícil del fútbol: Cómo llevar un vestuario», desvela.

La experiencia de haber sido un auténtico trotamundos del fútbol español le ha servido para obtener una visión diversa y generalizada de la estructura y trabajo de algunos de los clubes de la Primera División. La vocación de ser entrenador le llegó un poco tarde, «en mis últimos años como jugador, cuando estaba en el Marino», descubre. Una circunstancia que lleva a que Pablo Lago lamente «no haberme fijado más en los métodos de trabajo de todos los técnicos con los que trabajé. Ahora, que también me dedico a ello, he empezado a rescatar alguno del recuerdo».

Su primera experiencia en el banquillo fue hace tres temporadas, como ayudante del conjunto infantil del Marino. A esta le siguió su debut como primer entrenador, en el Astur de categoría cadete, sólo un año más tarde. La pasada campaña lo ascendieron para ocuparse del Liga Nacional juvenil del club oventese. El buen trabajo del de Vegadeo le sirvió para que el Luarca apostara por él en verano y luchara por la permanencia en Tercera División.

El objetivo parece haberse quedado corto merced al buen arranque liguero de su actual equipo. Sólo dos puntos les separan de la liguilla de ascenso y mañana reciben La Veigona al líder, el Caudal. «Esto es cuestión de rachas y tenemos que ser conscientes que nuestra presmisa es la de permanecer en la categoría», aclara el protagonista. Las idas y venidas del fútbol las conoció bien en su etapa como jugador, donde coincidió con el actual técnico del Sporting, que por encontes dirigía al Racing de Santander.

«Preciado siempre ha sido capaz de revertir cualquier situación negativa en cuanto a resultado. No me sorprende que lo haya vuelto a demostrar. Sabe cohesionar a sus jugadores en momentos difíciles y eso siempre es sinónimo de éxito», asegura Lago. También tiene claro que los rojiblancos continuarán un año más en la máxima categoría del fútbol español. «Creo que si mantienen esta línea podrán alcanzar la mitad de la tabla al final de la temporada», subraya.

Dedicado por entero a sus dos hijos, de 4 y 1 años, y a su faceta como técnico, Pablo Lago desea desde su residencia ovetense recuperar pronto «los duelos de Sporting y Oviedo en Primera. Es lo más apasionante del fútbol asturiano». Mientras tanto, se fija el único reto «de mejorar como entrenador», más allá de volver a la élite desde el banquillo.