El Sporting persiguió la remontada y vio cómo empataba el partido con un centro de Jony que se fue envenenando hasta acabar en las mallas de la portería del Lugo. "No lo celebré hasta que todos se dirigieron a mí. Creía que había tocado en alguien", reconoce el extremo rojiblanco, que cree que el equipo mereció la victoria por las ocasiones y el fútbol generado. "El trabajo de todos, cuando peor lo estábamos pasando, fue muy bueno. La recompensa tenía que llegar", subraya Jony.

"La estrategia es uno de nuestros puntos fuertes. La trabajamos toda la semana y nos hemos vuelto a aprovechar de ello. Pablín (Pérez) entró perfecto en el centro de Juan (Muñiz)", destaca Jony. El rojiblanco, que se retiró con molestias musculares, tuvo que asumir durante los minutos finales el rol de lateral izquierdo por la expulsión de Álex Menéndez. Una demarcación que no le es ajena, como él mismo reconoce. "Durante mi etapa en el Avilés ya actué en ese puesto durante algún partido por la baja de otros compañeros. En Santander habrá que jugar donde el Pitu decida", explica por si Abelardo le reclama para ese hueco. El cangués da muestra de la exigencia para lograr un resultado positivo ante el Lugo por el esfuerzo defensivo que tuvo que hacer el equipo y pide calma a pesar de la racha de resultados: "Queda un mundo. Hay que estar tranquilos".