La petición de la Liga de Fútbol Profesional de aumentar la vigilancia sobre los grupos de aficionados radicales tuvo uno de sus reflejos en El Molinón con la presencia, más numerosa de lo habitual, de la Policía en los accesos al fondo joven. Medidas a las que se unieron que la gran mayoría de los que accedieron al campo por la puerta 15, la utilizada por la peña Ultra Boys, fueron sometidos a un cacheo por parte del personal de seguridad contratado por el club. La jornada finalizó sin incidentes y con aparente tranquilidad después de una semana en la que, el pasado miércoles, la peña Ultra Boys desalojó su local en El Molinón a iniciativa del Comité Antiviolencia.
La grada ocupada por la peña Ultra Boys acreditó la normalidad con la que han querido responder a las nuevas medidas impulsadas por la Liga para erradicar la violencia del fútbol repitiendo las constumbres de siempre. La pancarta que les identifica continuó luciendo en el fondo sur, y sus cánticos estuvieron cargados de un único mensaje: el apoyo al Sporting. Incluso se aplazaron las referencias al eterno rival, el Oviedo, hasta minutos antes de que finalizara el encuentro, cuando en otras ocasiones suelen ser más frecuentes. La tranquilidad reinó hasta el punto de que evitaron sumarse, como la gran mayoría del campo, a la pañolada en contra de la directiva, un clásico en el minuto 5. Fue el fondo norte quien sí respondió a este toque de atención al actual paco presidencial, que se renovará, a buen seguro, tras el siguiente partido en casa, ante el Alcorcón. También allí se pudo leer una pancarta en clara referencia para que los socios recuperen el control del club: "No parar hasta lograr accionariado popular".
