Tenis

Alcaraz busca la herencia de Nadal en París: "Las finales están para ganarlas"

"Quiero dejar mi nombre y mi huella en la lista de este torneo", dice el tenista murciano antes de enfrentarse este domingo en la final a Zverev

Carlos Alcaraz.

Carlos Alcaraz. / EP

Jaume Pujol-Galceran

Alexander Zverev. El mismo jugador que despidió a Rafael Nadal de su segunda casa, en la primera ronda del torneo, espera este domingo a Carlos Alcaraz en su primera final de Roland Garros. El día de la Comunidad de Murcia. Curiosidades del destino para el joven tenista de El Palmar, que apunta a ser el heredero de una tierra dominada en los últimos 20 años por el campeón mallorquín. 

A las 15.00 horas de este domingo (Eurosport) Alcaraz pisará la Philippe Chatrier dispuesto y convencido de hacer realidad ese sueño de niño cuando corría a la salida del colegio para sentarse frente al televisor y ver Roland Garros. “He visto muchos partidos y a Nadal dominando este torneo. Quiero poner mi nombre en esta lista de los campeones españoles: Nadal, Ferrero, Moyá, Costa… Quiero dejar mi huella y mi nombre en esa lista”, decía tras alcanzar la final después de cuatro años de intentarlo, desde su primera participación en 2021. 

35 años de dominio español

Año a año, paso a paso. Tercera ronda primero, cuartos de final después, semifinales el año pasado y ahora la gran final de un torneo dominado por el tenis español desde que Arantxa Sánchez lo ganó en 1989. Desde entonces, en 35 años, solo en ocho (1990, 1992, 1999, 2004, 2009, 2015, 2012 y 2023) no ha habido un jugador español, hombre o mujer, que no estuviera en la final. Un récord que Alcaraz puede alargar en el tiempo con solo 21 años.

"Las finales no están para jugarlas, están para ganarlas", Carlos Alcaraz, Número 3 mundial

Vino a París con esa intención y lo dice sin falsas modestias. “Venimos a ganar el torneo, no hacerlo supondría tener un sabor agridulce”, aseguraba tras ganar a Felix Auger-Aliassime. Y sigue pensando igual. “Estamos a un pasito de ganar el torneo. Es uno de los más complicados. Las finales no están para jugarlas, están para ganarlas. Sí, me veo levantando la copa”, aseguraba.

Después de eliminar a Jannik Sinner en una batalla de 4 horas y 5 sets, Alcaraz está más convencido de sus opciones. “No fue una final adelantada, la final es este domingo contra Zverev, que viene de ganar en Roma. Será un partido durísimo. Debo jugar tácticamente muy bien y pelearlo. Está jugando un gran tenis en tierra. Intentaré tomar las cosas buenas que hice contra él y mejorar lo que no hice bien”.

Vitamina N

Para eso, este sábado se tomó esa vitamina N, de naturaleza, que su cuerpo le pide. Hizo sus rutinas físicas y alimentarias, pero no entrenó en pista. Se marchó con todo el equipo a pasear por el bosque de Boulogne. El año pasado tenía la rutina de no entrenar en pista en el día de descanso entre partidos, pero éste necesitaba hacerlo porque por su lesión en el antebrazo, de la que no se queja ya a pesar de llevar una protección, le faltaba ritmo de partidos al no haber podido jugar la gira europea de tierra y renunciar a Montecarlo, Barcelona y Roma para recuperarse de su lesión.

En sus enfrentamientos con Alcaraz, el tenista alemán ha ganado cinco de 9. La última en Roland Garros en 2022 (6-4, 6-4, 4-6, 7-6), aunque también ha sufrido palizas como en Madrid 2023 (6-1, 6-2) o en cuartos del US Open del mismo año (6-3, 6-2, 6-4). Cuando Zverev está fino con el saque es peligroso para cualquiera (64 ‘aces’ y alguno a 225km/h) por su juego poderoso y agresivo que domina con su mejor golpe, el revés (56 ganadores), pero en el que ha mejorado mucho la derecha (81 ganadores).

Más fuerte y más hambre

Para alcanzar la final, Zverev ha tenido que sufrir, pero ha salvado días complicados como en tercera ronda ante el holandés Tallon Griekspoor, con el que perdió dos sets y ganó el partido en cinco sets (3-6, 6-4, 6-2, 4-6, 7-6(3)). Después, en octavos para ir también al límite de los cinco sets ante el danés Holger Rune (4-6, 6-1, 5-7, 7-6 (2), 6-2). La victoria ante Nadal, en primera ronda (6-3, 7-6 (5), 6-3), posiblemente le hizo subir demasiado pronto la adrenalina. 

“Para ganar un torneo hay que pasar por altos y bajos. Con Alcaraz será un partido difícil, pero estoy en la final. Quiero jugar mi mejor tenis y si lo logro y gano eso significará mucho para mí. La lesión que tuve aquí en 2022 (se rompió el tobillo en las semifinales ante Nadal), me hizo más fuerte y con más hambre de ganar", decía tras vencer a Ruud (2-6, 6-2, 6-4, 6-2), finalista de las dos últimas ediciones Zverev será el primer alemán que llega a la final de Roland Garros desde que Michael Stich la perdió en 1996 ante el ruso Evgeny Kafelnikov. Quiere quitarse el recuerdo de haber estado a solo dos puntos de ganar el US Open ante Dominic Thiem en 2020. Algo que sigue revoloteando en su cabeza. “Entonces era un niño”, decía. Los títulos del Masters (2018, 2021) y el oro olímpico en los Juegos de Tokio en 2021 son razones para sentirse fuerte.

Liberado del juicio por violencia

Zverev (4 mundial) asume que no es el favorito. Su victoria en las casas de apuestas se paga a 3,15 euros por 1,38 la de Alcaraz. No le importa demasiado. Está tranquilo en la pista y liberado fuera de ella tras conocer, el viernes, antes de la semifinal con Rudd, que se archivaba el juicio de violencia conyugal con su expareja Brenda Patea tras llegar a un acuerdo económico. “Me alegro de que todo esto haya terminado. No tengo nada más que añadir. Cuatro años. Se acabó”, dijo. Las preocupaciones de Zverev estarán este domingo en la pista y ante un Alcaraz que no está dispuesto a archivar su caso ni a renunciar a la herencia de Nadal.