Los internacionales de la región destacan el trabajo de sus entrenadores de base en balonmano

Los últimos 14 asturianos que vistieron la camiseta nacional reciben en Gijón un homenaje en un acto multitudinario

Los internacionales asturianos de balonmano junto a los niños del torneo prebenjamín

Los internacionales asturianos de balonmano junto a los niños del torneo prebenjamín / J. J.

J. J.

Los internacionales asturianos de balonmano coincidieron en destacar "la importancia no solo a nivel deportivo si no también humano de los entrenadores de base" y confían en que "el balonmano asturiano recupere el nivel que tuvo hace algunos años". Declaraciones realizadas en el transcurso del acto de homenaje que tuvo lugar ayer en Gijón organizado por la Asociación de Balonmano del Principado de Asturias.

El homenaje fue la segunda parte del realizado el pasado año con los jugadores asturianos que alcanzaron la internacionalidad hasta los Juegos Olímpicos de Barcelona, mientras que el que se llevó a cabo ayer lo fue a los que vistieron la camiseta nacional desde ese momento hasta la actualidad.

En el acto de ayer tomaron parte nueve de los catorce internacionales: Alberto Entrerríos, Raúl, Entrerríos, Rubén Garabaya, Carlos Prendes, Carlos Ruesga, Víctor Álvarez, Álex Costoya, Ana Temprano y Vanesa Arobes. No pudieron asistir Jessica Alonso, Abel Serdio y Jorge Martínez porque están concentrados con la selección nacional, Víctor Alonso porque su mujer está a punto de dar a luz y Eli López Valledor por razones familiares.

Los ausentes enviaron sendos vídeos agradeciendo el homenaje, lamentando no poder estar presentes y solicitando "más actos de este tipo que ayuden a recuperar el nivel que tuvo Asturias hace años". Alberto Entrerríos fue el primero en destacar la labor de los entrenadores. "Los jugadores somos la parte más visible del balonmano, pero hay otras más. Por ejemplo, Ramón Gallego tiene un palmarés impresionante". Alberto llegó incluso a apuntar que "los jugadores deberíamos organizar un homenaje a los que fueron nuestros entrenadores".

El mayor de los Entrerríos, que lleva ya mucho tiempo en Francia, primero como jugador y ahora como entrenador, reconoció que "el balonmano francés tiene mucho más apoyo que el español, pero también tiene mucho que aprender del nuestro", algo que corroboró Álex Costoya, también perfectamente conocedor del balonmano galo en el que milita desde hace seis temporadas y tiene al menos otras tres por delante en su actual club.

Alberto y su hermano Raúl fueron los más solicitados por los aficionados. Ambos mostraron su agradecimiento a los entrenadores que no solo les enseñaron a jugar si no que les trasmitieron "una serie de valores".

Los hermanos Entrerríos y Rubén Garabaya coincidieron en una selección que fue campeona del Mundo y medallista olímpica. El pivote dijo sentirse orgulloso por "compartir generación con alguno de los mejores jugadores de la historia del balonmano asturiano".

Vanesa Arobes mostró su satisfacción por "la mayor repercusión del deporte femenino" y se mostró orgullosa por la época que le tocó jugar, mientras que reconoció "echar de menos las canchas y los grupos que se forman en los vestuarios".

Por su parte, el presidente de la Asociación de Balonmano del Principado de Asturias, el ex entrenador Falo Méndez, destacó que "no hay comunidad autónoma que pueda presumir de una nómina de internacionales como la que está aquí presente" a la vez que agradeció "a los componentes de la asociación su trabajo desinteresado en la organización de este homenaje".

Previamente al acto institucional, que contó con la presencia de los concejales del Ayuntamiento de Gijón Jesús Martínez Salvador y Jorge Pañeda y del de Oviedo José Ramón Prado, así como el presidente de la Federación Asturiana de Balonmano, Manuel de la Cámara, se celebró un torneo benjamín en el Campo Valdés con participación de Quirinal de Avilés, Base Oviedo, La Calzada, Ribadesella, Villa de Luanco y Corvera. También se realizó un pequeño reconocimiento a los equipos alevines del Balonmano Gijón, segundo en el Campeonato de España y Grupo Covadonga, octavo en esa misma competición. La jornada terminó con una comida de confraternización de todos ellos.

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