Cicloturismo

Un tiempo adverso, con niebla y agua, hace más épica la III Marcha al Gamoniteiro

Los participantes se enfrentaron al coloso quirosano después de ascender La Cruz de Linares y La Cobertoria

Arriba, el pelotón pasa por Bárzana. Abajo, los malagueños José Gavilán y José Antonio Mancera, cruzando la meta del Gamoniteiro. | Roberto Menéndez

Arriba, el pelotón pasa por Bárzana. Abajo, los malagueños José Gavilán y José Antonio Mancera, cruzando la meta del Gamoniteiro. | Roberto Menéndez

Roberto Menéndez

Un centenar de valientes disfrutaron ayer de una jornada de cicloturismo épico en un recorrido plagado de detalles etnográficos y pintorescos de la riqueza asturiana a su paso por Quirós, Proaza, Castañeo del Monte, Linares, Sograndio, el embalse de Valdemurio, Bárzana, Santa Marina y Cortes, antes de enfrentarse a las duras rampas del coloso Gamoniteiro, la guinda del pastel para los amantes del ciclismo.

Un tiempo adverso, con niebla y agua, hace más épica la III Marcha al Gamoniteiro

Un tiempo adverso, con niebla y agua, hace más épica la III Marcha al Gamoniteiro / Roberto Menéndez

La prueba se desarrolló con total normalidad y la organización destacó el llamativo aumento de deportistas llegados de fuera de nuestra región.

El alcalde de Quirós, Rodrigo Suárez, fue el encargado de cortar la cinta de la prueba, junto al director de la prueba, Alejandro Torre. A primera hora de la mañana los cicloturistas tomaban la salida en Bárzana, en un día en que la lluvia y la niebla fueron protagonistas desde el principio.

La climatología añadió dureza a la orografía típica del valle de Trubia, con la subida a la Cruz de Linares como aperitivo, un puerto que fue final de etapa de la Vuelta a España 2023 y causó sensación con la doble subida por entonces. Tras el avituallamiento, la marcha continuó por la mítica Cobertoria, que en esta ocasión se subió por Cortes, con 20 kilómetros de ascensión, pero más fáciles de pedalear que la vertiente habitual con rampas más agresivas. En la subida, los deportistas participantes en la prueba pudieron disfrutar de la naturaleza que rodea la zona, hasta llegar al alto.

Rodeados de niebla, los cicloturistas se enfrentaron a los kilómetros finales, los de mayor dureza en todo el recorrido y también el reclamo más importante de la carrera, para alcanzar la gloria en El Gamoniteiro, techo de la sierra del Aramo, a 1.771 metros, donde estaba situada la línea de meta, a la que fueron llegando en grupos muy reducidos y muchos en solitario, tras haber superado las durísimas rampas de este puerto que se hizo famoso tras su inclusión en la Vuelta Ciclista a España del 2021, en una etapa que llevó al colombiano Miguel Ángel López a lo más alto del podio por aquel entonces.

Desde aquel día, la fama de El Gamoniteiro crece fuera de la región, como quedó ayer demostrado con una amplia representación de cicloturistas de otras comunidades fuera de Asturias.