El pequeño ovetense en Berlín que ganará pase lo que pase en el España-Alemania: esta es su historia

Nacido en la capital del Principado hace 11 años, vive en la capital germana desde hace 9 y está dividido ante los cuartos de final de hoy

Mateo y Rubén Rodríguez, en el partido de España ante Croacia de la Eurocopa de Alemania. |

Mateo y Rubén Rodríguez, en el partido de España ante Croacia de la Eurocopa de Alemania. | / R. R.

Antonio Lorca

Antonio Lorca

"Si se puede partir la Copa a la mitad, que sea la mitad para España y la mitad para Alemania", le dijo Mateo Rodríguez Fernández, nacido en Oviedo hace 11 años, a sus padres, Rubén y Elisa, también carbayones. Esta familia lleva ya nueve años viviendo y trabajando en Berlín y mientras que a Rubén y Elisa eso no les genera ninguna duda con respecto al equipo que quieren que gane en el partido que enfrenta a Alemania y a España hoy (18.00 horas) en los cuartos de final de la Eurocopa, para Mateo las cosas son algo diferentes. Entr otras cosas porque todos sus amigos apoyan al equipo anfitrión en un torneo que se celebra en casa.

"Últimamente, por la piquilla con sus compañeros, quiere que gane España; juega en un equipo de fútbol aquí y lo van a ver todos los compañeros juntos. Si pierde España tiene claro que irá con Alemania, pero ahora lo vive un poco como si estuviera en Gijón siendo del Oviedo", explica el padre.

Lo último es real, ya que Mateo está abonado al Oviedo, a pesar de la distancia, y durante los descansos de siete días que tiene en el colegio cada seis semanas aprovecha para ir al Carlos Tartiere con sus padres a ver al equipo azul. También para visitar a sus abuelas, Mari Sol Paz y María Julia Álvarez, que cuentan los días para que llegue el 1 de agosto y poder disfrutar del verano junto a su nieto.

Alemania está ahora mismo volcada con la Eurocopa y Rubén nota incluso que la competición está sirviendo para "unificar el país": "Hay mucho ambiente en las calles y especialmente con este partido de hoy; como esta vez no lo había visto nunca, hay mucha gente que nos está escribiendo, da la sensación de que la Eurocopa está unificando al país, la gente se está poniendo patriótica", explica este ingeniero que trabaja en una empresa de turbinas de aviones. Su mujer ejerce de profesora.

Mateo Rodríguez, a la izquierda, con la camiseta de Alemania junto a su amigo Noa Ulman, con la de España. | R. R.

Mateo Rodríguez, a la izquierda, con la camiseta de Alemania junto a su amigo Noa Ulman, con la de España. / R. R.

También se nota en las calles, con una "fan zone" en la que suele haber mucha gente y con un alarde de banderas no solo de Alemania. "Ves los coches con banderas de los países, es un país multicultural y te las puedes encontrar de muchos lugares", explica Rubén. Si bien, además de la alemana, hay una que destaca sobre el resto: "En Alemania hay muchísimos turcos y las noches que juega y gana se escuchan bocinazos".

Rubén explica que su hijo sí tiene cierto "sentimiento alemán" y que no le emociona demasiado escuchar a sus padres decir que les gustaría regresar a España si sus trabajos se lo permiten. Lo que sí comparten al 100% es el sentimiento azul. De hecho, Mateo, aunque no entró al campo, estuvo en Cádiz en 2015, cuando no tenía ni dos años, el día en el que el Oviedo ascendió a Segunda División. "Estuvimos allí, él no entró porque era muy pequeño, yo soy del Oviedo de toda la vida, ahora no estoy abonado al estar en Alemania pero me hice socio cuando el equipo bajó a Tercera", explica el padre de Mateo.

Desde Alemania vieron juntos todo el play-off de ascenso a Primera y, aunque Mateo "tenía mucha ilusión", la distancia sirvió para rebajar un poco el disgusto por haberse quedado tan cerca. "Yo era muy prudente y hasta que no estuviera hecho no lo daba por conseguido; mi hijo sí que tenía mucha ilusión pero quizás la distancia o que yo fuera tan prudente hizo que tuviera menos disgusto cuando no se consiguió", explica Rubén, de 45 años, que sí sabe lo que es ver al Oviedo en Primera.

En el partido de hoy Mateo irá con el mismo equipo que sus padres, pero si pierden tendrá otra opción que apoyar, por lo que hoy seguro que saldrá ganando. Eso sí, en el caso de que sea España la que pase podrá presumir de seguir en competición ante sus compañeros de colegio y de equipo.

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