El rendimiento, la única vara de medir: el Avilés da un giro radical en su política de fichajes

Los blanquiazules han cambiado la forma en la que firman jugadores, optando por vincular los contratos futuros a los minutos jugados en esta temporada

Miguel Linares, en el Suárez Puerta. |

Miguel Linares, en el Suárez Puerta. | / Ricardo Solís

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Aunque hace apenas un mes que llegó al Avilés, Miguel Linares ya está dejando su impronta en la política de fichajes de los blanquiazules. Los cuatro movimientos de entrada que han hecho los avilesinos en lo que va de mercado tienen algo en común, y no es el marcado carácter defensivos de las cuatro nuevas piezas. Los cuatro comparten que llegan al Suárez Puerta comprometiéndose por el mismo tiempo: un año más otro opcional. Esa posible prorroga tiene una explicación y viene para solucionar uno de los problemas que ha heredado el jienense.

Cuando Linares aterrizó en la villa del Adelantado vio que, sobre la mesa, tenía diez contratos en vigor para esta campaña. Nueve de ellos, además, con ficha sénior, plazas que tienen un límite por reglamento. Eso ha atado de manos los primeros pasos de la planificación deportiva blanquiazul, que está condicionada por la gestión realizada por Javier Vidales. El astorgano creía que una de las claves del crecimiento del club pasaba por atar a los jugadores por más tiempo, para evitar que los cantos de sirena de otros equipos hiciesen que los jugadores se fuesen tras un año, pero los resultados de esa política están condicionando los movimientos del presente. Por eso el jienense ha decidido dar un giro radical a esas ideas y casi todos los fichajes que este verano haga el Avilés seguirán la misma fórmula: un año más otro opcional. El gran condicionante para que se ejecute esa opción serán los minutos jugados, para así poder atar a las piezas más importantes de la temporada y no tener problemas con los jugadores que no hayan contado, que así quedarán libres y tendrán que rescindir su contrato.

Los minutos jugados son el baremo que mejor puede indicar la importancia que tenga el jugador en los planes de Javi Rozada, por ello desde el club le están dando importancia al tema a la hora de firmar los contratos. Además, se están utilizado clausulas en caso de clasificación para el play-off o de ascenso, pero todo queda supeditado a la cantidad de minutos jugados. Así, si al final del año el equipo acaba en la zona alta de la clasificación, el siguiente verano se podrá contar con gran parte del bloque que lo haya conseguido, para dar continuidad a lo que ha funcionado.

Hace dos veranos el Avilés vio como varios jugadores que quería, como Isi Ros o Mayorga, hacían las maletas por no tener contrato y manejar ofertas superiores a nivel económico. Este año, Linares está teniendo que lidiar con jugadores con los que ya no cuenta, teniendo que rescindir a futbolistas con el coste que ello supone. Ahora, gracias a esta nueva política, los blanquiazules se aseguran que aquellos futbolistas que encajen en el equipo sigan un año más, mientras que los suplentes se irán sin generar más gastos.

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